Cultura

Les Luthiers regresan a Sevilla con la antología 'Viejos hazmerreíres'

  • La veterana formación cómico-musical presenta desde este viernes en el Teatro de la Maestranza una nueva selección de su repertorio. Ofrecerá ocho funciones hasta el domingo día 15

Les Luthiers regresan a Sevilla / José Ángel García

La liturgia, desde hace largo tiempo, va más o menos así: cada año y medio o dos, los veteranos con galones de la formación de Les Luthiers, que pese a la intachable eficacia de los nuevos sustitutos por desgracia son cada vez menos, se reúnen, espigan su vastísimo repertorio y arman la enésima antología de viejos números que llena invariablemente los teatros por donde pasan. Con una de ellas, titulada Viejos hazmerreíres, regresa ahora el queridísimo grupo cómico-musical a Sevilla, de nuevo al Teatro de la Maestranza.

Hasta ocho funciones –las tres primeras desde este viernes hasta el domingo, y las demás del miércoles al domingo de la semana próxima– tendrá el público sevillano para volver a encontrarse con los argentinos, entre los cuales faltará esta vez uno de sus miembros originales, Marcos Mundstock, al que el pasado mes de marzo le fue diagnosticada una "enfermedad difícil" que le ha provocado una "incapacidad motora en la pierna izquierda", contó Carlos López Puccio haciendo esfuerzos por no parecer compungido.

Al lado de López Puccio en la mesa de la sala de prensa del Teatro de la Maestranza se sentaba este mediodía Jorge Maronna. Tras la muerte de Daniel Rabinovich en 2015 y la despedida voluntaria de los escenarios de Carlos Núñez Cortés hace dos años, ellos son, es decir, López Puccio y Maronna, los dos únicos miembros originales de la formación que acturán en esta visita a Sevilla. De modo que, 30 años después de su primera actuación en Sevilla, en el Lope de Vega en marzo de 1989, Les Luthiers comparecerán en las tablas del teatro sevillano con una formación inédita hasta la fecha.

Nada de eso, han asegurado los dos veteranos, empañará el espectáculo. "Por algo hacemos unos cástings tan exhaustivos", ha bromeado López Puccio. "Cuando Les Luthiers se armó, digamos que se hizo a partir de las limitaciones de sus componentes. Y en cambio ahora los nuevos miembros tienen un montón de condiciones que cumplir para acoplarse bien y para estar a la altura del prestigio del conjunto", ha añadido más en serio. Cerca de él, uno de los miembros de reciente incorporación, Tuto Turano, ha apuntado que precisamente uno de los secretos de la excepcional longevidad del grupo es su carácter a la vez "flexible y sólido".

En resumidas cuentas: que, con 52 años de carrera a sus espaldas, Les Luthiers están dispuestos a "seguir mientras se pueda", entre otros motivos porque siempre son bien recibidos allá donde van. "De lo contrario", ha rematado López Puccio, "seríamos masoquistas".

En Viejos hazmerreíres, decimoprimero de los que han presentado los argentinos en Sevilla durante estas tres últimas décadas, el hilo conductor será un programa radiofónico, Radio Tertulia, que les servirá para ir engarzando los diferentes números cómico-musicales mientras rinden homenaje "al antiguo periodismo de magazine". A esos programas en "los que los tertulianos tienen que hablar de todo sin saber de todo: siente uno un poco de compasión", ha bromeado el luthier, aunque cabría rebatirle –pese a que sería sensacional poder darle la razón– eso de que tal formato haya quedado precisamente desfasado.

Parte de la gracia está en no mostrar las cartas –sobre todo si son ya conocidas–, de modo que Les Luthiers no son demasiado partidarios de desgranar los números que se verán en el montaje. Habrá uno nuevo, eso seguro, como ya adelantó Maronna en la entrevista que concedió días atrás a este periódico. Se trata Receta postrera, un peculiar dueto en forma de "vals culinario" protagonizado por dos personajes que recuperan de otra pieza anterior, Pasión bucólica, Doña Clarita y Doña Rosarito, dos "viejitas ácidas", siempre a la gresca, que se pelean ante el público para tratar de demostrar empíricamente la primacía de sus respectivas recetas para hacer crepes, mientras se acompañan de música hecha con baterías de cocina, sartenes y cucharas de madera, que aunque parezcan instrumentos de percusión, ha precisado Maronna, son "de cuerda".

Los números que compondrán el resto del espectáculo fueron elegidos atendiendo a la buena recepción que tuvieron en su momento a modo de compendio de una trayectoria "muy feliz", ha dicho López Puccio. Entre ellos estarán Las majas del bergantín, una "zarzuela náutica" con forajidas y piratas extraída del espectáculo Lutherías (1981); Loas al cuarto de baño, una "obra sanitaria" que rinde un "merecido homenaje" a uno de los lugares más acogedores de todo inmueble digno de llamarse hogar, de Todo por que rías (1999); Dilema de amor, una "cumbia epistemológica" sobre dos jóvenes que se conocen en una noche de fiesta loca y disquisiciones filosóficas, de Lutherapia (2008); o Así hablaba Sali Baba, una selección de "verdades hinduables" en la que un gurú de la India se dispone a hablar de los grandes secretos de la vida y, por lo que sea, acaba hablando de yoga.

En fin, enumerarse se pueden enumerar todos los números, pero la gracia está en verlos y escucharlos. Por 50 euros (precio de la entrada más barata) o por 90 (la más cara), recibe ocho noches el trajeado sexteto en el teatro del Paseo Colón . Y no será lo de siempre –faltan demasiados de los de toda la vida– pero sí casi lo mismo.

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