Pocas veces a la revelación de la película ganadora de la Biznaga de Oro del Festival de Málaga ha seguido un silencio tan receloso como el que aconteció ayer cuando Manuel Martín Cuenca, presidente del jurado de la Sección Oficial (integrado además por Belén López, Pilar Martínez-Vasseur, Alberto Ammann, Daniel Guzmán y Manuel Hidalgo), pronunció el título de Callback. Y eso que el quinto largometraje del realizador catalán Carles Torras, que ha concurrido en esta ocasión por tercera vez al Festival de Málaga, había tenido una notable recepción por parte del público y de la crítica tras su pase en el Teatro Cervantes. En realidad, la (presunta) frialdad de la recepción tenía más que ver con lo inesperado del fallo: Callback, que ganó también la Biznaga de Plata al mejor actor (el chileno Martín Bacigalupo) y al mejor guión (firmado al alimón por Torras y Bacigalupo) es un drama rodado en inglés en Nueva York y de índole oscura en su empeño en mostrar el reverso tenebroso del sueño americano. Nada que ver a priori con la capacidad de conexión y empatía que generaba la ganadora del año pasado, A cambio de nada, de Daniel Guzmán. De alguna forma, el Festival de Málaga pone a prueba al propio cine español al recordarle que su marca también incluye películas como Callback, distintas en cuanto a intenciones, tonos e idiomas de la mayoría pero tanto o más españolas y tanto o más propicias al buen cine.

El propio Carles Torras explicó tras la lectura del palmarés que Callback tenía ya su distribución garantizada en Estados Unidos pero no en España, "aunque me han llegado muchos mensajes desde hace un rato; espero que los premios abran más puertas". Y explicó sus expectativas al respecto: "Es la tercera que vengo al Festival de Málaga y nunca antes había ganado nada. He sido finalista en otros certámenes y tampoco me habían premiado. Cuando he llevado mis películas a distribuidoras me han dicho siempre aquello de que son muy buenas pero poco comerciales, así que yo mismo me he encargado de la distribución de las dos películas y no se me han caído los anillos. En su momento tuve claro que iba a hacer lo que yo creía que tenía que hacer, el cine que quería, independientemente de que lo reconocieran o no. Y ahora ha pasado esto. Que al fin lo reconozcan da mucha alegría. Confío en que gracias a estos premios Callback será una película menos invisible". También tuvo palabras de elogio hacia el festival: "No todos los países tienen una plataforma para impulsar su propia cinematografía como este festival. Nunca se le podrá agradecer como es debido toda la labor que hace a favor del cine español. Ahora, lo que tenemos que hacer los cineastas es estar a la altura y hacer buenas películas para traerlas aquí".

La otra gran triunfadora de la decimonovena edición del certamen tampoco, curiosamente, fue rodada en castellano: La propera pell (La próxima piel), de Isaki Lacuesta e Isa Campo, se llevó ayer las Biznagas de Plata a la mejor dirección, a la mejor actriz para Emma Suárez, al mejor montaje para Domi Parram, el Premio Especial del Jurado y el Premio Especial de la Crítica. Lacuesta sí confirmó que, tras el pase del filme en el Teatro Cervantes, había recibido llamadas de distribuidoras, "cuando antes ni una sola se había interesado". La próxima piel narra en clave de drama el regreso a casa de un adolescente ocho años después de su desaparición, lo que inevitablemente despierta todo tipo de sospechas sobre su identidad.

Completaron el palmarés de la Sección Oficial las Biznagas de Plata a la mejor actriz de reparto (Silvia Maya por Julie), mejor actor de reparto (Óscar Martínez por Kóblic), mejor música (Silvia Pérez Cruz por Cerca de tu casa), mejor fotografía (ex aequo a Rodrigo Pulpeiro por Kóblic y Carles Gusi por Quatretondeta) y el Premio del Público para La noche que mi madre mató a mi padre de Inés París. El jurado otorgó una mención especial a Quatretondeta, de Pol Rodríguez.