Tras cuatro espectáculos con compañía propia, María José Franco al fin se hace un hueco en las tablas del Teatro Villamarta. Hoy a las 21:00, en el marco del Festival de Jerez, la gaditana estrena Al compás del viento, un espectáculo donde la bailaora, de 32 años, demuestra la "madurez" adquirida con el tiempo.

"Llegar al Villamarta era mi meta, pero no me quiero quedar aquí", dice Franco, que ha planteado esta obra como un recorrido sensorial por sus dos ciudades de referencia: su Cádiz natal y su Jerez sentimental y profesional. Será, a priori, una de esas pequeñas joyitas que aún pueden verse sobre los escenarios y que, sin más pretensiones, muestran al espectador baile, cante y toque con pocos envoltorios, sin aditivos. "Lo que más quiero en este momento es disfrutar del teatro, de los palos que más me gustan, y de esta oportunidad por la que tanto he luchado", dice la bailaora, que ha contado con el actor Paco Alfonsín para pulir el trabajo escénico que acompaña a su producción.

El cante de Luis Moneo, Antonio El Pulga y Carmen Grilo conectará con las guitarras de Juan Luis Moneo y Pedro Pimentel, así como con la percusión de Carlos Merino y las palmas de Diego Montoya. Todos ellos participan también en este montaje de ida y vuelta en el que Franco, que parece afrontar su salto definitivo, lo mismo se detiene en la Caleta a bailar por tanguillos que se muda a la viña para sentir el poso trágico de la seguiriya.