DERBI Betis y Sevilla ya velan armas para el derbi

Crítica de Música

Melodía y drama

El Cuarteto Millenium Arts es uno de los grupos de cámara estables de la ROSS, y la estabilidad es un valor importante. Su concierto fue uno de los más destacados del curso, también por la extraordinaria música interpretada, factor que a veces se minimiza. El Beethoven de los cuartetos Razumovsky no es aún el visionario de su etapa final, pero sí el absoluto dominador de sus medios técnicos y expresivos. La melodía manda en esta obra deliciosa, especialmente en sus dos primeros movimientos, que fueron justo los que el Millenium interpretó rozando la excelencia: claridad, limpieza y brillantez se fundieron en una versión que se hizo especialmente transparente en un Molto adagio pleno de matices e intensidad. Acaso llevados por el clima íntimo de ese segundo movimiento, el Millenium tocó el imponente Scherzo con un exceso de severidad. Todo estuvo en cualquier caso bajo control hasta el Presto final, en el que se impuso un ímpetu épico y algo desmañado.

El Quinteto de Shostakóvich es una obra de guerra. Compuesto en el verano de 1940 y estrenado apenas seis meses antes de la invasión alemana de Rusia, el clima fatalista lo impregna aquí todo. Con una Natalia Kuchaeva tan hábil en marcar el progreso rítmico de la obra como en dotar a su toque de una soberbia variedad en el color, el arranque resultó intenso, de un raro lirismo, con matices expresivos tensados al máximo. La fuga, con la que Shostakóvich casi adelanta el clima elegíaco de su música tardía, se benefició de la claridad general tanto como de las pequeñas fluctuaciones dinámicas. El contraste estuvo esta vez magníficamente planteado con el ágil y poderoso Scherzo, antes del reflexivo Intermezzo, que resultó el punto culminante de la interpretación, y de un final en el que el drama pareció quedar abierto, en carne viva.

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