Si buscamos en el diccionario de la Real Academia la palabra Museo, las definiciones que encontramos se basan en la acumulación de objetos, ya sean artísticos, científicos o curiosidades que pueden atraer el interés del público que los visita. Objetos que la institución adquiere, conserva, estudia y expone. Pero hay una cuarta acepción de la palabra, más general, que sitúa a los museos como lugares destinados a las artes, habilitándolos para programar actividades que no sirvan solamente para contextualizar sus colecciones o exposiciones, sino para dar a conocer acciones creativas variadas. Y eso es algo que tienen muy claro en la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales, organizando así, por tercer año consecutivo, el ciclo de Música Y Museos, en el que aúnan la música en directo con dos maravillosos espacios patrimoniales como son el Museo de Málaga y el Museo de Artes y Costumbres Populares de Sevilla, en los que desde el día 5 al 21 de julio, todos los martes, miércoles y jueves, podremos asistir a conciertos de artistas que se mueven entre el pop y el flamenco, el jazz y el rap, la psicodelia y la electrónica, siempre innovadores y desafiando a las audiencias con una posición extrema dentro de la tradición desde la que echaron sus raíces.

El Museo de Artes y Costumbres Populares de nuestra ciudad se encuentra en la Plaza de América; en el edificio que todos conocemos como Pabellón Mudéjar, debido al estilo arquitectónico con el que Aníbal González lo construyó en 1914 para usarlo en la Exposición Iberoamericana que pretendía celebrarse ese año y que tuvo que esperar hasta 1929 para llevarse a cabo. Como el actual museo que es, se creó en 1972 para mostrar las formas y usos culturales nacidos directamente de los pueblos, por lo que, más allá del tópico, se le puede considerar un marco incomparable para la música.

Compro Oro

El ciclo se abrirá el día 5 con la música de los almerienses Compro Oro, que presentarán su segundo disco, editado hace cuatro meses con un nombre, Estarantos, que evoca los cantes flamencos de los mineros de su zona geográfica, pero que contiene una docena de canciones que no se ciñen al único compás de este palo, sino a los ritmos de bandas españolas cañís y fiesteras de todas las épocas, ya sean las de antiguo pop melódico como el de Los Brincos o las de moderno pop psicotrópico pasado por el autotune de Los Vinagres. El concierto del día 6 será muy especial porque en él se asociarán por primera vez la voz de Anabel Valencia y la guitarra de Diego del Morao, para unir Lebrija y Jerez por medio del flamenco. La profundidad de las seguiriyas, las impresionantes malagueñas, las bulerías que a Anabel le llegaron por ciencia infusa directamente de su abuelo El Mondego, que esta lanza al aire con una voz que escuece, tendrán un perfecto contrapunto con el armonioso toque de Diego. El flamenco del Bajo Guadalquivir tendrá continuación un día después, el 7, cuando el utrerano Andrés Barrios recoja todo lo que sembraron los cantaores clásicos y lo interprete con su piano de cadencias jazzísticas y afro latinas en una forma tal que no nos sorprendería nada saber que Chick Corea nació en la calle San Francisco y aprendió el compás con los mismos maestros que El Lebrijano, o que Michel Camilo formase parte también de la saga de Gaspar de Utrera, Pedro Peña, Dorantes, Perrate…

Antónimo

El día 12 estará sobre el escenario el austero cantautor que se hace llamar Antónimo, un sevillano de Santa Aurelia que, a través de un sonido que nos recuerda a un Albert Pla menos garrapatero y más barroco, nos va a presentar su reciente disco, La psicodelia de la Virgen del Patrocinio, forjado en la más sevillana e imprevisible tradición silviana. Los espectadores al salir se preguntarán si lo que han escuchado es blues o flamenco; pero nadie podrá sacarles de dudas. Hablando en Plata Squad es un cuarteto malagueño de rap -tres MC y un DJ- que están celebrando su vigésimo aniversario con una gira que tendrá una de sus paradas en este ciclo, el día 13, y que marca el regreso del grupo después de once años de retiro. El humor negro, el surrealismo, el sexo y las alusiones a las películas de serie B pueblan sus rimas, que de nuevo están en primer plano al haberlas actualizado en el disco #TuFamiliaHastaMorir, que acaban de lanzar como antesala de otro completamente nuevo en el que ya están trabajando. El día 14 volverá el flamenco en su estado más puro con Rafael de Utrera, al que acompañará al toque Juan Gómez Chicuelo. Rafael fue cantaó de Paco de Lucía y poco a poco se ha ido abriendo camino en solitario hasta llegar a En mi infancia yo fui tabernero, el espectáculo con el que se presentará en este ciclo, en el que recuerda sus tiempos de niño camarero, echándole cañas a los jornaleros de la remolacha y del matadero de la carretera de Los Molares, cuando absorbía el flamenco y el soniquete de madera de nudillos mientras en el bar cantaban mu despasito.

Zenet

El día 19 el flamenco lo pondrán Ismael de la Rosa al cante y Yerai Cortés a la guitarra, en un recital titulado Flamenco directo, con el que rinden homenaje y respeto a grandes del género como La Niña de los Peines, Melchor de Marchena o Gaspar de Utrera, a través de letras y músicas originales de ellos. Ismael es un cantaó ortodoxo en su innovación, respetuoso de los cánones flamencos en sus modernas composiciones, y Yerai es un tocaó formal que lo mismo apuntala la dulce jondura de las soleares y los fandangos de Ismael, que acompaña el baile de Farruquito metiendo a Bach por farrucas. Los dos juntos tienen una proyección inmensa. El artista más ecléctico de todos los que veremos llegará el día 20 y se llama Zenet. Acompañado a la guitarra por José Taboada, el artista malagueño recorrerá todo el repertorio publicado en sus seis discos anteriores, a través de las canciones más emblemáticas que componen Zenetianos, el disco que publicó el año pasado, interpretándolas a dúo con otros artistas a los que admira, que aquí no estarán, por lo que estas canciones con aromas de fado, copla, jazz, tango, swing, estarán todavía más desnudas y con su sonoridad antigua más acentuada. Y el colofón al ciclo vendrá el día 21 con el concierto más imprevisible de todos, porque Zape! será un híbrido de las ideas que vuelquen en común Tomás Perrate y Za! que, con toda seguridad, se basará en la improvisación más absoluta sobre las bases ruidistas del dúo catalán que tanto impresionó al maestro del flamenco cuando les vio y escuchó en el concierto de los Irreductibles de Nocturama en el Teatro Central el pasado mes de diciembre. Ni de uno ni de los otros puede decirse que rehúyan la heterodoxia ni tengan complejos a la hora de aplicarla en sus trabajos, por lo que la sorpresa y la ruptura de convenciones en los tempos, modos y acordes serán ilimitadas.

Todos los conciertos, de aforo condicionado a las características del recinto, se celebrarán al aire libre, en el patio del museo; comenzarán a las 22.00 y las entradas para asistir a ellos, con la salvedad de los de Antónimo y Zenet, para los que ya están agotadas, pueden adquirirse solamente online a través de este enlace, a precios que van de los 10 a los 15 euros.

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