El Teatro de la Maestranza acoge hoy una única función de la ópera Parténope, de Leonardo Vinci, que fue recuperada y estrenada en 2008 en León después de 280 años sin representarse. Ópera barroca montada como se hacía en su época, está dirigida por Gustavo Tambascio, responsable de escena, y Antonio Florido, encargado de dirigir la Orquesta de la Capella Della Pieta de Turchini. La obra, subtitulada La Rosmira fedele, está basada en el mito fundacional de la ciudad de Nápoles, cuyo símbolo es precisamente la sirena Parténope.

Ésta, reina de la ciudad italiana, está en guerra con Cuma cuando Rosmira, princesa de Chipre, va a su corte disfrazada de un hombre, en busca de su primer amor, Arsaces, príncipe de Corinto, enamorado de la reina; además, Armindo, otro cortesano, también enamorado de Partenope, confiesa su secreto a Rosmira, quien promete ayudarlo a lograr su objetivo. La trama en la que están inmersos estos amantes, a veces airados, incluye un cara a cara donde la princesa confiesa su verdadera identidad, intentos de humillación y venganza amorosa, romances estratégicamente fingidos, ofertas de paz y matrimonio, batallas y juramentos de honor.

Con un reparto de reconocidos cantantes especialistas en el repertorio barroco, como Marina de Liso (en el papel de Parténope), Maria Gracia Schiavo (Rosmira) y Stefano Ferrari (Armindo), la obra, de tema heroico y producida para el Teatro de la Maestranza por el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (Inaem) y el Teatro de la Zarzuela de Madrid cuenta con una coreografía diseñada por Yolanda Granado y se completa con intermedios cómicos cuyo objetivo principal es aligerar la trama. Así, Pino de Vittorio (tenor), acompañado por Marco Moncloa (barítono), pretende hacerse pasar por una dama noble y bromea con los últimos acontecimientos de entonces, escritos por Domenico Sarro (1679-1744) y actualizados para la ocasión por Gustavo Tambascio.