Para los integrantes de la Plataforma Sevilla Suena, compuesta por más de 30 grupos locales de rock y pop, es una clamorosa "incongruencia" que Sevilla fuera en su día nombrada Ciudad de la Música por la Unesco cuando en buena parte de sus bares ni siquiera se pueden poner discos. Y no digamos ya actuar en vivo. También reflejan en su última nota de prensa, que tiene más de manifiesto que de lo primero, que tan peculiar situación ha desembocado en lamentable paradoja: hay grupos sevillanos que son más conocidos, mucho más conocidos, en otras ciudades que en la suya propia.

Ante semejante panorama, frente al que incluso los medios de comunicación públicos miran para otro lado -¿dónde están las radios? En MySpace...-, y atendiendo a la práctica punk del do it yourself, la plataforma, ahora ya convertida en asociación legalmente constituida, sigue llevando a cabo diversas acciones no sólo para llamar la atención sobre estos aspectos -especialmente llamativos fueron sus conciertos sordos, con auriculares, en varios locales de la ciudad-, sino también para servir como "un espacio de reunión y colaboración gestionado por los propios músicos, con la intención última de convertirse en lanzadera desde la que difundir las tendencia musicales más vanguardistas y alternativas de la escena sevillana, volviendo a situar a la capital andaluza en el circuito del rock y el pop nacional que ha ocupado históricamente (con bandas legendarias como Smash, Triana, Veneno, Pata Negra, Dogo y Los Mercenarios o Sr. Chinarro) y del que en estos momentos está prácticamente excluida". Para ello proponen, entre otras medidas, "acuerdos económicos con las salas para programar bandas sevillanas con un beneficio justo tanto para los músicos como para los dueños".

La puesta de largo de la plataforma se celebrará mañana a partir de las 21.00 en la sala Malandar (Torneo, 43) con un concierto múltiple en el que participarán Pinocho Detective, Hidalgo, Hiroshima Atomic Garden, Instant Party y Los Sentíos. Tras las actuaciones, habrá además sesiones de DJ a cargo de Tony Love y Diana Salieri. El precio de las entradas, simbólico, es de tres euros.