Una exposición en el Reina Sofía recoge el legado visual y técnico de José Val del Omar (1904-1982), "una de las figuras más interesantes, complejas y menos conocidas del arte español", cuya obra "rebasa los sentidos", según dijo hoy el director del museo, Manuel Borja-Villel.

La exposición, que tiene como comisario a Eugeni Bonet, repasa tanto la obra fílmica de Val del Omar como sus "intentos" tecnológicos, y como novedad incluye la recreación de su laboratorio PLAT (picto-lumínico-audio-táctil), compuesto por diferentes ingenios y dispositivos técnicos y ópticos con los que el artista experimentaba en sus creaciones con la cámara.

Desbordamiento de Val del Omar recorre la trayectoria de este investigador del campo de la imagen cuyas películas acababan con el rótulo "sin fin", y lo hace a través de sus obras fílmicas, fotografías, máquinas, escritos, gráficos, collages, documentos sonoros y restos de proyectos inconclusos. El repaso se inicia con fotografías y películas de la época de las Misiones Pedagógicas, de la II República, y con una recuperación parcial de los Festivales de España, serie de cortos documentales en los que el creador trabajó en 1963 y 1964.

Poesía de la técnica es el nombre de otro de los epígrafes de la muestra, y reúne patentes, fotografías, gráficos y otros enseres de este "extraordinario artista de la cámara", como lo definió el poeta Luis Cernuda. La obra cumbre de Val del Omar, Tríptico Elemental de España, centra el tercer apartado de la exposición, dedicado a los tres cortometrajes que el autor grabó entre 1953 y mediados de los años 60 en su Granada natal, Castilla y Galicia.

Para el director del Reina Sofía, el artista fue una figura puente entre las vanguardias históricas y el arte más actual, y rompe "la frontera entre imagen y aparato, entre documental y ficción, vida o muerte". Desbordamiento de Val del Omar podrá verse en el Reina Sofía hasta el próximo 28 de febrero.