FERIA Toros en Sevilla hoy | Manuel Jesús 'El Cid', Daniel Luque y Emilio de Justo en la Maestranza

ROSS | CRÍTICA

Espacio y sonido para la orquesta

Adolfo Gutiérrez y Enrique Diemecke en el Maestranza.

Adolfo Gutiérrez y Enrique Diemecke en el Maestranza. / GUILLERMO MENDO

Cuando la Sinfónica consiga fichar a un gerente (lo que no es nada fácil habida cuenta de las poco atractivas condiciones que se ofrecen), una de las cuestiones más urgentes a solucionar debería ser la de la relación con el Maestranza. Porque cada vez que se está montando una ópera la orquesta se ve obligada a adelantar el escenario sobre las cuatro primeras filas y ello redunda en una notable pérdida de calidad del sonido global: los metales lanzan excesivo sonido, la mitad de la cuerda está fuera de la caja acústica y el empaste se difumina.

Fue la reflexión que se nos vino a la mente tras escuchar los primeros acordes con los que Diemecke abrió la pieza de Ginastera, acordes secos, enérgicos hasta la brutalidad que tronaron en la sala más de lo que la partitura indica y todo por la disposición espacial de la que les he hablado. Claro que el director mexicano hizo lo suyo por perfilar una interpretación muy polarizada en materia de dinámicas, aunque en su haber consta la forma tan marcada de subrayar el ritmo del malambo.

Para el concierto de Elgar, que no exige dinámicas excesivas, supo plegarse al clima doliente de la pieza y estableció un acompañamiento somero y delicado que dejase vía libre a la efusividad expresiva del solista. Bellísimo el sonido, poderoso y brillante, con un punto de acidez y no demasiado rotundo en los graves, que en las manos de Adolfo Gutiérrez sirvió de vehículo para una interpretación que, sin caer en los excesos quejumbrosos, supo dar sentido al profundo dolor del primer tiempo y brillar en las agilidades del segundo.

Donde la batuta brilló de verdad fue con un Sibelius más equilibrado en el que supo dosificar las tensiones tonales y melódicas y regular apropiadamente el cálido y denso sonido de la Sinfónica.

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