El violinista británico Daniel Hope (Durban, Suráfrica, 1974) se enfrenta con una de las obras más populares del repertorio violinístico del siglo XIX, el Concierto en mi menor Op.64 de Mendelssohn, que toca con muy apreciables sensibilidad y buen gusto junto a la Orquesta de Cámara de Europa, que Thomas Hengelbrock dirige con sonido muy articulado y de notable calidez. Se ofrece además la versión original de la obra, tal y como el compositor la escribió en 1844, antes de que introdujera algunos cambios para su edición.

En cualquier caso, lo más interesante del CD es la versión que se ofrece del espléndido Octeto en mi bemol mayor Op.20, también en una edición nueva, basada en el manuscrito original de 1832, en la que Hope toca el primer violín, acompañado por solistas de la misma orquesta. Se trata de una interpretación arrolladora, por claridad, equilibrio entre las partes, vigor, contraste y fuerza expresiva. Una auténtica referencia de una obra que sale revestida de un fulgor y una luz inusitados. El CD se completa con versiones instrumentales de tres lieder del músico, en el que a Hope lo acompaña el pianista Sebastian Knauer.

Al frente de su nuevo Imaginarium, el gran Enrico Onofri hace un apasionante recorrido por música virtuosa para violín de la primera mitad del siglo XVII. Son obras de Cima, Uccellini, Fontana o Castello que se completan con versiones instrumentales de célebres madrigales de la época (Monteverdi, Gesualdo). Versiones ágiles, elegantes, luminosas, de sonido sugerente y bellísimo.

El segundo volumen que la Edición Vivaldi dedica a los conciertos para violín incluye seis piezas poco frecuentes y de gran virtuosismo, de ahí el título del disco (Di sfida). Al desafío hace frente Anton Steck con una agilidad y una exuberancia ornamental extraordinarias. Sardelli acompaña apostando por un Vivaldi anguloso y afilado, de articulaciones muy marcadas y ataques contundentes.