DERBI Betis y Sevilla ya velan armas para el derbi

Wire | Crítica

Post punk políticamente correcto

  • Wire ofreció un concierto sin apenas concesiones a su pasado a un numeroso público que se congregó para verlos  buscando precisamente el filo punk que recordaba de ellos.

Wire en el escenario de la Sala X

Wire en el escenario de la Sala X / Isaac Fernández

Medidos y maduros, así estuvieron Wire en su concierto del martes en la Sala X. Se mueven con los tiempos y se reinventan en cada oportunidad posible; tienen un enorme catálogo de canciones respaldándolos y podrían continuar publicando sólidos registros post punk, sin embargo con cada canción nueva muestran un gran fervor por seguir experimentando, algo que aquí en Sevilla dio lugar a que la audiencia fuese más nostálgica que la propia banda, nada propensa a la clase de sentimiento que inspira una inmersión profunda en el pasado, ni preocupada por el dinero fácil que eso les ofrecería. Por eso de la década de los 70 solo interpretaron Three girl rhumba, que con la voz tan baja y que apenas duró un minuto y pico, pasó desapercibida, y Two people in a room, con la que iniciaron los bises.

De lo dicho se deduce, pues, que su repertorio sevillano se inclinó sobre todo hacia la música creada en esta década actual, que es en la que están más activos de las cuatro que llevan de carrera, habiendo editado cinco discos desde el 2011. Y no solamente escuchamos aquí canciones del último, editado el año pasado, del que interpretaron Playing harp for the fishes y Short elevated period, un pegajoso trozo de post punk moderno, en las postrimerías del concierto, sino que incluso dieron a conocer varias más que formarán parte de algún disco futuro, como Be like them y Mindhive, canciones con las que abrieron la noche.

Naturalmente, estas canciones no conformaron el tipo de concierto enérgico y vibrante que todos esperábamos, sino que sirvieron para contener mucho el impulso y todo transcurrió en un tono demasiado bajo. Las guitarras chirriantes de la banda, solamente apuntadas en Over theirs,  ya llenas de distorsión y feedback, cobraron vida y se volvieron ferozmente ruidosas, demostrando que en directo Wire aún pueden sorprender, deleitar y subvertir, solamente al final del set con Hung y las dos de su vuelta al escenario. Así debió haber sido todo el concierto.

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