Dejad en paz a don Juan
DON JUAN NO EXISTE | CRÍTICA
La ficha
***Festival de Ópera de Sevilla. Ópera de Helena Cánovas y libreto de Alberto Iglesias. Intérpretes: Sachika Ito, Josep-Ramón Olivé e Iván Sánchez. Royal String Quartet. Proyecto Lorca. Directora de escena: Bárbara Lluch. Escenografía: Blanca Añón. Vestuario: Clara Peluffo. Iluminación: Urs Schönebaum. Sonido: Sixto Cámara. Dirección musical: Johanna Sierralta. Lugar: Real Fábrica de Artillería. Fecha: Martes, 7 de octubre. Aforo: Dos tercios.
Elucubraciones maniqueas sobre la ocultación de las mujeres creadoras ya hemos tenido suficientes en los últimos años (con un ciclo plurianual en el Maestranza especialmente dedicado a esas jeremiadas ya antañonas) como para que se pueda plantear una perspectiva sobre la cuestión más allá del Bien (mujeres creadoras) y el Mal (opresión heteropatriarcal). Por más que el final de esta ópera fuese uno de los mejores momentos desde el punto de vista musical, la enumeración de escritoras, científicas, artistas y políticas españolas de la primera mitad del siglo XX no deja de ocultar muchas verdades sobre la visibilidad de las mujeres en los años veinte y treinta, mucho mayor de lo que se quiere reconocer. Aquí el tándem Cánovas-Iglesias toma como lejano pretexto la desaparición del texto de una obra de teatro (Don Juan no existe, 1924) de Carmen Díaz de Mendoza para inventarse toda una trama conspiranoica sobre la represión del texto, su ocultación. Y todo por el supuesto carácter inquietantemente subversivo contra la masculinidad del texto de la condesa de San Luis, cuando la verdad es que se trataba de una recreación del mito en clave de humor. ¿Fracasó por ser obra de una mujer o simplemente porque no gustó o porque no era buena? El libreto sigue así toda la ópera por esa senda, envuelta en un exceso verborreico que acaba por cansar de tanto tópico detrás de otro.
Musicalmente hablando, la partitura de Cánovas es bastante irregular, presentando sus mejores momentos en toda la recreación sonora de las partes más dramáticas del Don Giovanni de Mozart, en deconstrucción armónica y tímbrica, y en la escena final en la que el sonido se iba desvaneciendo entre los armónicos de las cuerdas modificados por la electrónica y los ecos de la propia voz de Sachika Ito. Hubo de por medio mucho parlato, mucha declamación y mucho remedo de los recitativos dramáticos mozartianos. Eso sí, se notó un especial cuidado en el tratamiento de las texturas y de los timbres instrumentales, con amplio despliegue (en algunos momentos excesivo por tapar a las cuerdas) de la percusión. Excelentes las prestaciones del cuarteto polaco y de Manu Brazo al saxo y de Antonio Moreno a la percusión. Escenografía, por llamarla de alguna manera, escuetísima, con poco margen para el movimiento de actores más allá de la pasarela perimetral y de una escalera al fondo. A pesar de ciertos cambios abruptos (que más parecieron fallos técnicos), la iluminación jugó el papel teatral que no estaba en la escena.
Sachika Ito estuvo enorme en su agotador papel. Con una dicción pulcra y una emisión clara y diáfana, la voz corre a la perfección en toda la gama con brillo y mordente, sea cual fuere el rango dinámico en el que tuviese que cantar. Y con el agravante de tener que alternar el canto con el recitado, lo que no es nada sencillo. Su expresividad en el fraseo fue el vehículo ideal para darle encarnadura a tan débil personaje. La voz potente y bien proyectada de Olivé fue un apropiado contrapunto, más allá de ligeros estrangulamientos en la zona de paso de registro. Correcto también el tenor lírico Iván Sánchez, aunque nunca sabremos qué habría sido de su voz sin la inevitable amplificación, una de las lacras de los espectáculos musicales actuales, máxime en este festival. Johanna Sierralta hizo un gran trabajo en la definición de la identidad tímbrica de cada escena, con atención a los efectos sonoros del cuarteto (armónicos, glissandi, golpes de arco, etc.), intentando equilibrar los planos sonoros de las cuerdas, el saxo, la percusión y la electrónica, algo que no siempre se consiguió.
También te puede interesar