El duque de Palma, Iñaki Urdangarín, inauguró ayer en el Club Antares la exposición del Premio Club del Arte Paul Ricard, que recoge 16 obras seleccionadas por el concurso con el que esta marca de pastis promociona la creación contemporánea.

"Como deportista siempre he defendido los hábitos de vida saludables", afirmó Urdangarín en una breve intervención, "por eso apoyo a compañías como Ricard, que defienden el consumo responsable y manifiestan su compromiso con el arte y los derechos humanos".

Michelle Ricard, hija del empresario que da nombre a esta iniciativa, apuntó que la muestra, vista antes en Valencia, "representa a una nueva generación de artistas". Ricard recordó emocionada la curiosidad intelectual de su padre, de quien destacó "además de su interés por el arte y por infinidad de actividades, su compromiso por el medio ambiente". Un compromiso que se materializaba ayer en Conciencia en llamas, de la valenciana Mery Sales, la pintura premiada en el concurso y en la que la autora reflexiona sobre la relación de las personas con el entorno natural. "Mirando la obra ganadora, la veo como todo un símbolo, un grito de esos bosques que mi padre defendió por todos los medios. El arte es sobre todo comunicación, eso lo sabía bien mi padre", declaraba ayer la hija del empresario, propietario de una de las bebidas más famosas y considerado uno de los mayores mecenas del siglo XX.

Paul Ricard, nacido en 1909 y fallecido en 1997, fue estudiante de Bellas Artes y tuvo contacto directo con las vanguardias, de ahí que, convertido en empresario, ideara una fundación para promover el trabajo de jóvenes creadores. El Premio Club de Arte Paul Ricard se constituyó en Sevilla en 1999 gracias a la propuesta de un grupo de directivos de Pernod Ricard España, que quisieron reavivar el espíritu de apoyo a artistas que caracterizó al creador del pastis.

A la convocatoria del premio, dotado con 6.010 euros, se presentaron 150 obras procedentes de toda España.