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Los Reyes Magos: la verdad | Estreno en Amazon Prime

Oriente ya no es lo que era

Una imagen de la comedia navideña en clave de falso documental.

Una imagen de la comedia navideña en clave de falso documental.

A la vista de sus dos primeras películas, Más pena que gloria y Vete de mí, uno no hubiera sospechado que la trayectoria de Víctor García León pasaría por las series de televisión (Familia, Vota Juan, El vecino) o en alianza con las plataformas que producen hoy sus nuevos trabajos, Los europeos, adaptación de la novela de Azcona, y esta Los Reyes Magos: La verdad que aterriza en Amazon Prime en plena temporada navideña, justo unas semanas después de que Reyes contra Santa se adelantara en una misma división paródica.

García León repite aquí la fórmula de falso documental de aquella Selfie en la que desenmascaraba al pijo advenedizo en plena crisis económica. No obstante, su mirada satírica a la caída de popularidad de los Reyes en tiempos de Papá Noel y centros comerciales se nos antoja una divertida propuesta desmitificadora sobre esta era de cuotas, corrección política, youtubers, streamers e influencers a los que un memorable trío real en horas bajas (estupendos Muñiz, Carramiñana y Gutiérrez entre la perplejidad y el patetismo) intenta someterse sin demasiado éxito en una campaña de imagen orquestada por una entrañable representante (Camila Viyuela) y una tropa de expertos en marketing que pretenden devolverles la popularidad y el cariño perdidos entre los descreídos niños de España.

Así, entre miradas de apuro a la cámara, signos de flaqueza y debilidad de ánimo, situaciones levemente embarazosas, costumbrismo castizo y algunos cameos populares (de Rozalem a Jordi Hurtado), la cinta se abre paso con inusitada gracia y amable tono en su formato de (falso) reportaje que, empero, termina soltando algunas puyitas sobre esta nueva realidad donde la pujanza del consumismo o las pequeñas dictaduras de las agendas políticas buscan sepultar hasta el más mínimo destello de magia, ritual o ilusión de las fiestas.