Crítica 'Doubleplay: James Benning and Richard Linklater'

La educación mediante la comparación

Doubleplay: James Benning and Richard Linklater. Documental. Francia, Portugal, EEUU, 2013, 70 min. Dirección: Gabe Klinger. Intérpretes: James Benning, Richard Linklater.

Es Klinger más bien un crítico que un cineasta, pero las ideas de esta sesión doble de Cinéastes de notre temps son tan buenas que reclamaban tras la cámara precisamente a un testigo mudo antes que a un igual que exigiera la misma atención que los retratados.

La fuerza de este Doubleplay es directamente proporcional a la sorpresa que en el espectador provoca el desvelamiento del vínculo entre cineastas a priori tan distintos como el estructuralista James Benning y el cinéfilo Richard Linklater. Se trata de una revelación que Klinger sabe dosificar con inteligencia, estrechando de manera proustiana un castillo de naipes hecho de signos: se parte de la amistad entre los hombres, que siempre es algo más o menos inexplicable pero nunca muy misterioso, para ir poco a poco estableciendo puentes entre las filmografías de ambos, es decir, trazos que tienen que ver con el arte: primero en lo que respecta a los temas (de nuevo una cuestión sólo curiosa), y luego a las formas, la madre del cordero: la protonarratividad de Benning, el juego rítmico y temporal en Linklater.

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