Arnold w. collado. presidente de juventudes musicales

"Nos ha faltado iniciativa para llegar a los jóvenes; en eso hay que trabajar mucho"

  • El pianista y profesor del Conservatorio Manuel Castillo fue elegido en marzo nuevo responsable de la entidad tras la extensísima etapa de 57 años que lideró el fallecido Julio García Casas

Arnold W. Collado, en el Pabellón Domecq del Parque María Luisa, sede de Juventudes Musicales.

Arnold W. Collado, en el Pabellón Domecq del Parque María Luisa, sede de Juventudes Musicales. / m. g.

-Es imposible hablar de Juventudes Musicales (JJMM) sin referirse a Julio García Casas, fallecido el pasado noviembre a los 83 años y presidente de la asociación durante casi 60. ¿Qué valoración hace de su gestión?

-La contemplo con admiración y respeto. Siempre estuvo en la entidad, desde su fundación en 1954. Fíjase en el peso que tiene su figura... Todos en la junta directiva, el equipo al completo con el que voy a trabajar, llevábamos muchos años trabajando con él, el que menos, 25. Hizo mucho por la música en una época en la que prácticamente no había ninguna institución dedicada a ella en Sevilla.

-¿Qué aspectos de su etapa pueden tener continuidad?

-La promoción de los jóvenes con talento que están empezando es nuestra base fundamental. Y por supuesto aspiro a mantener siempre vivo el amor incondicional a la música como un derecho fundamental del ser humano, como él siempre decía.

-¿En qué va a consistir el homenaje a García Casas por parte de la asociación?

-Cuando falleció Julio nos llegaron muchísimas solicitudes para rendirle homenaje. Pensamos que la mejor forma de canalizarlas era un maratón musical. Lo haremos los días 12, 13 y 14 de mayo, alrededor de la fecha en que sería su cumpleaños, el 13. En www.jmsevilla.com está toda la información, y todo aquel que quiera participar puede inscribirse. También nos hemos puesto en contacto con la Escuela de Estudios Hispano-Americanos y la Academia Santa Isabel de Hungría para realizar una mesa redonda sobre su figura. Y en junio, como cierre de nuestras actividades, qué mejor que dedicarle la edición del Festival de Primavera en la Real Maestranza. Habrá seis conciertos, como es habitual. Todos los invitados tenían una relación más o menos estrecha con Julio. Los días 5, 6 y 7, dedicados al piano, el instrumento que él más amaba, actuarán Juan Pérez Floristán, Ana Guijarro y Domenico Codispoti; y los días 12, 13 y 14, Marcelo de la Puebla, el conjunto de cámara Carmen Veneris y María Esther Guzmán.

-Hablemos también de futuro. ¿Qué nuevas orientaciones piensa usted darle a la entidad?

-Queremos entrar con buen pie en el siglo XXI. Evidentemente, hoy las asociaciones no funcionan del mismo modo que hace, no sé, 40 años. Por ejemplo, para mí es importante que nos abramos al flamenco y al jazz. La música clásica seguirá siendo nuestro eje fundamental, pero debemos abrirnos a otras músicas. Hemos entrado ya en contacto con la Fundación Cristina Heeren para articular alguna actividad en colaboración y también estamos hablando con la Universidad de Loyola. Y queremos tener una relación fluida con otras asociaciones como la de Amigos de la Orquesta Barroca (OBS), que funciona muy bien y tiene un cuerpo social importante, la de Amigos de la Sinfónica y del Maestranza...

-¿Cuáles son los principales retos de la entidad?

-Uno de los principales es la financiación. Nuestras fuentes de ingresos son las cuotas de los socios; la aportación de nuestros patronos, la Fundación Focus y el Instituto Británico; el patrocinio del Festival de Primavera de la Real Maestranza de Caballería; y la colaboración del Ayuntamiento, con el que organizamos el ciclo en el Espacio Turina. No dejan de ser en muchos casos fuentes de financiación dirigidas específicamente a la realización de alguna actividad, por lo que para organizar más actividades necesitamos nuevos ingresos. En la medida de nuestras posibilidades, queremos también profesionalizar y modernizar la gestión de la entidad.

-¿Es suficientemente conocida la asociación en la ciudad?

-Lo es para las instituciones, pero tiene que encontrar más espacios y nuevos caminos. En los últimos años, como es normal, dado que Julio era una persona ya mayor, tal vez faltaba un poquito de iniciativa, sobre todo a la hora de llegar a la juventud. En ese sentido hay que trabajar mucho, debemos luchar para que los jóvenes estén presentes tanto en las programaciones como en el funcionamiento de la entidad. Es uno de mis objetivos fundamentales.

-¿Cuántos socios son?

-Socios que pagan su cuota, 181. Aunque hay muchas más personas que tienen relación con la entidad. Hace años, hubo hasta 900 socios. Queremos iniciar una política de captación de socios y en este sentido una de las primeras medidas ha sido bajar un poco la cuota anual, de 66 a 60 euros, y crear otras figuras, como el socio familiar o el socio estudiante. Por 15 euros, durante un semestre, un estudiante puede acudir a todos nuestros conciertos, creo que es una cantidad más que ajustada.

-¿Está previsto que se intensifique la presencia de la asociación en espacios como el Turina?

-Nos gustaría, claro. Hemos presentado un proyecto al ICAS. Ahora mismo organizamos un concierto cada mes durante un semestre, pero nuestra intención es poder hacerlo durante todo el año.

-Al margen de esa apertura al flamenco y al jazz, ¿seguirá estando la oferta tan claramente centrada en el piano?

-Es verdad que, por la facilidad que supone programar a un solista, el piano ha sido preponderante en la historia de JJMM. Pero también hemos establecido un acuerdo con el Conservatorio Superior para ofrecer a los alumnos aventajados de piano y a grupos de cámara la posibilidad de que actúen en alguno de los espacios escénicos que manejamos. Estamos fomentando una mayor participación de los grupos de cámara y más conciertos de guitarra. Y otro proyecto, que tenemos que armar aún y presentarlo a la institución que consideremos que pueda interesarle más, es un ciclo de canto, tanto de zarzuela como de ópera.

-¿Cómo vivieron los socios la existencia de otra candidatura a la presidencia?

-Bueno, se presentó una segunda candidatura, la de Tommaso Cogato, sí. El hecho de que hubiera una sana competencia nos puso las pilas para trabajar con más ahínco aún para tener el favor de la asamblea. Finalmente logramos el 75% de los votos de los socios, un apoyo que nos fuerza para seguir trabajando. Es cierto que Julio no tuvo nunca rival, en el buen sentido de la palabra, porque su peso y su importancia hacía que nadie le disputara la presidencia. Pero las puertas han estado siempre abiertas a todo aquel que ha querido colaborar con la entidad, y siguen abiertas. Digamos que en JJMM no tiene cabida otro proyecto que no sea el común de JJMM. Es el que tenemos todos.

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