Cultura

El imperio de la moda sufre la huelga

Este año la antesala de los Oscars ha sido un espectáculo sobrio sin estrellas fílmicas ni nubes de flashes. La huelga de guionistas obligó a Hollywood a recoger la alfombra roja y suspender la gala de entrega de los Globos de Oro.

Desaparece así, una importante pasarela y la industria de la moda sufre las consecuencias con una caída de las ventas.

Edición tras edición, los Globos de Oro y los Oscars han movilizado una red de diseñadores, estilistas y peluqueros que se empleaban a fondo para la puesta a punto de los nominados. Al día siguiente, las revistas de todo el mundo publicaban sus rankings de los mejor y peor vestidos, mientras que las grandes marcas sacaban a la venta versiones asequibles de los modelos de las premiadas. Famosos creadores como Domenico Dolce y Roberto Cavalli minimizan el impacto. "Si se cancelaran los Oscar no nos preocuparía mucho desde el punto de vista del negocio", dijo el primero en una entrevista para el Women's Wear Daily. "Para ser honestos -declaró el segundo-, lo que alimenta la alfombra roja es el ego y la vanidad del diseñador".

Pero diseñadores de renombre como Versace, Chanel, Dior y Valentino también pierden una de sus más destacadas plataformas de publicidad gratuita, como le explicaba a The Wall Street Journal Robert Burke, asesor de marcas de lujo. "Que uno de sus vestidos desfile por la alfombra roja ayuda a vender los zapatos, los bolsos y los perfumes de esa casa".

Ahora sólo cabe esperar que se llegue a un acuerdo con los guionistas de cara a la entrega de los Oscars.

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