Si en realidad existe el típico estadounidense, ése no es Richard Goodyear. Hijo de diplomáticos, vivió en muchos países distintos -Panamá, Marruecos, Suiza, Turquía, Portugal e incluso el suyo, Estados Unidos- durante su infancia y juventud. Luego se licenció en Derecho por la Universidad de Yale y ejerció su profesión como abogado de empresas en varios estados. Una vez jubilado, ha podido dedicarse a su gran afición, la fotografía, con la que ganó varios premios en su Connecticut natal. También decidió, junto a su esposa uruguaya, María del Carmen Echevarren Ruedas, buscar algún sitio para vivir. Se quedó en Sevilla, hace dos años, cuando iba camino de Córdoba, aunque la pareja viaja a menudo por toda España -país cuya cultura les apasiona- además de otros lugares. Ahora expone sus imagenes, hasta el 24 de enero, en la Galería Abades 47 (18.00 a 21.00 de lunes a viernes; 12.00 a 14.00 los sábados). En ellas intenta captar "la belleza y la maravilla del mundo visible", pero también le interesan las "imágenes abstractas, geométricas y ordenadas, así como fotos de ámbitos y objetos cotidianos que evoquen ese aire de melancolía, de enajenación o amenaza que a menudo caracterizan nuestra percepción del mundo", y en las que participa el ojo amablemente crítico de su esposa. También presenta 15 fotografías de Sevilla, aunque con una mirada "no tan americana".