Cultura

La nueva senda de María José Pérez

  • La cantaora presenta 'Trazos'

  • "En el disco está todo lo que soy", afirma

María José Pérez, ayer en la presentación del álbum junto a Cristina Heeren y al productor José Quevedo 'Bolita'.

María José Pérez, ayer en la presentación del álbum junto a Cristina Heeren y al productor José Quevedo 'Bolita'. / M. G.

A veces es inseguridad, otras desconocimiento, algunas miedo y la mayoría falta de madurez. El caso es que un artista necesita recorrido, tiempo para saber quién es, qué tiene que decir, cuál quiere que sea su camino. Y luego contar con el apoyo necesario para que todo eso tome forma y salga adelante. Por eso, "porque no quería grabar por grabar sino hacer algo que me representase", la cantaora María José Pérez ha dejado pasar diez años para sacar a la luz su segundo disco, tal y como explicó ayer durante la presentación del mismo en el teatro de la Fundación Cristina Heeren. Y también, confesó, "porque necesitaba el impulso económico que me dio la Lámpara Minera en 2015 en el Festival La Unión y la aportación musical de José Quevedo Bolita, a quien busqué para que me produjera el álbum".

Así, tras año y medio de grabación, la almeriense explora en Trazos sus propios recursos vocales hasta ponerlos al límite y, al mismo tiempo, indaga ya sin tapujos en otras músicas fuera del flamenco ortodoxo por el que es conocida. En este sentido, inicia ahora una nueva senda mostrando "la cara y la cruz" de una artista que, aunque admite estar "aún en descubrimiento", se atreve por primera vez a exponer otra versión de sí misma, "que no es más que todo lo que soy", afirmó.

No hay nada que María José no pueda hacer con su voz, no tiene limitaciones vocales"

En este proceso, como relataron los propios protagonistas, ha tenido un papel fundamental José Quevedo, productor entre otros del disco Artesano de Miguel Poveda. El jerezano se mostró profundamente orgulloso del trabajo de esta cantaora nacida en Almería en 1985 y confesó haberla animado en este camino. "Un artista no debe renunciar a lo que se le da bien. Cuando la escuché tararear otras cosas, enseguida tuve claro que había que tirar por ahí; al fin y al cabo son estos descubrimientos los que te mueven para seguir creando", apuntó.

El resultado son diez temas distribuidos en una suerte de fifty-fifty que va desde palos clásicos como las alegrías de Cádiz, la soleá por bulerías, los cantes de levante, las bulerías o la granaína y media -"donde me siento más cómoda"- a otras propuestas más actuales, como sevillanas, una farruca con acompañamiento de quinteto de cuerda, la zambra Con los bracitos en cruz -"la canto desde que tenía 9 años"- y temas como el bolero Nostalgias o Vida loca, de los que María José Pérez ofrece una versión complemente rompedora.

Es cierto que, como resaltó Cristina Heeren, directora de la fundación que lleva su nombre -donde la joven artista se formó en 2002 y ahora trabaja como docente, impartiendo clases de técnica vocal-, "esta amplitud de registros es posible porque no hay nada que María José no pueda hacer con su voz, no tiene limitaciones vocales", resaltó haciendo hincapié en sus posibilidades en el jazz.

De momento, la cantaora, que declaró estar muy contenta con el resultado y deseando conocer la respuesta del público, tiene previsto el estreno en directo el próximo 3 de febrero en el Teatro Apolo de Almería y "muy pronto" en Sevilla, dentro del ciclo Jueves flamencos de Cajasol, "aunque no puedo dar más detalles -se excusó- hasta que no se presente la programación".

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