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Cultura

La premiada película de Jaime Rosales volverá a las salas comerciales el viernes

  • El director cree que "reconocer una obra como ésta es dar esperanza a jóvenes cineastas"

La gran sorpresa en la noche de los Goya, celebrada el pasado domingo, fue La soledad, ya que hizo pleno en sus tres nominaciones (Mejor Película, Mejor Director y Actor Revelación) dejando en un segundo plano a El orfanato, que se hizo, sin embargo, con siete estatuillas. Jaime Rosales, realizador de película, dijo al acabar la gala que es "muy significativo" que la Academia premie su largometraje. "Reconocer una obra como ésta es dar esperanza a muchos jóvenes cineastas españoles", señaló.

Este tipo de cine que Rosales cultiva apuesta por la inclusión de nuevos recursos estilísticos que, por otra parte, "nunca deben entorpecer el tránsito de los sentimientos", ya que el cine de autor "no es sólo una cuestión de estilo. "Los cineastas debemos enganchar con los problemas de nuestro tiempo", dijo el director, quien, recién apagados los focos de la gala, no había asimilado la "sorpresa" del "gran respaldo" que recibió su filme.

Rosales ve algo universal en el reconocimiento que ha obtenido La soledad, una "oportunidad de abrir brecha en el bosque del cine español", esa industria nacional a veces poco valorada que "tanto tiene que decir al mundo". El cineasta no cree que los problemas de nuestro cine nazcan del público, sino más bien del "atrevimiento de los exhibidores". "El sector no termina de creérselo y estrena proyectos como el mío todavía con timidez", afirmó.

Aunque no se quejó del número de copias con que La soledad saltó a la pantallas, Rosales cree que con 300 bobinas la gente hubiera visto más la película superando esa exigua cifra de 41.000 espectadores. El DVD del filme ya está en el mercado y "funcionando fantásticamente, porque cada vez que sale se agota". La película vivirá una segunda vida comercial en las salas de cine a partir del próximo viernes, un reestreno para el que se han previsto 30 copias de la cinta. Pese a todo, lo importante para el director es que "la gente vea la película, sea donde sea".

La mente de Rosales, tranquilo y reflexivo, no se detiene ni se abruma por los premios y ya está maquinando una nueva película "tremendamente radical", de la que todavía no quiere desvelar detalles por superstición. El tirón de los premios provocará un "salida potente" al mercado de este proyecto todavía por madurar, razón insuficiente para asegurar su éxito. "Igual fracasa", dijo el cineasta. No hay nada seguro comercialmente al encarar un largometraje "difícil y radical".

Se siente heredero de Zulueta, de Jordá o de Portabella, directores a veces marginados que tuvieron que esperar mucho el reconocimiento. Rosales no quiere vivir en un "apartheid cultural", así que no duda en tildar a La soledad de "película popular". Por encima de todo, el cineasta se siente "identificado con una generación de directores españoles" que busca "soluciones estilísticas diferentes". "Sentimos nuevas formas de percibir", concluyó.

Por su parte, Juan Antonio Bayona, director de El orfanato, la otra triunfadora de los Goya, se congratuló ayer del retorno a las salas de la película de Rosales y apostó por la diversidad del cine nacional. "Creo que las miradas que hay ahora en el cine son diferentes. La industria debe apostar por la variedad, para que haya esos productos muy diferentes", señaló.

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