La Fundación José Saramago publicará el próximo mes de octubre el libro Un país levantado en alegría, cuyo autor es el periodista brasileño y asesor de Comunicación de la fundación Ricardo Viel y que recoge una reconstrucción de “lo desconocido” de los días previos a la entrega del Premio Nobel 1998 al escritor portugués José Saramago, desde que se lo comunicaron el día 8 de octubre de ese año.

Así lo explicó este martes en un encuentro con los medios la viuda del escritor, traductora y presidenta de esta fundación, Pilar del Río, con motivo de su paso por los Cursos de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en Santander, en el que calificó la obra como un “reportaje periodístico maravilloso”.

El escritor José Saramago.

Del Río expuso que en el libro, cuyo título puede ser una referencia tanto a Portugal como “al país de las letras”, se recogen testimonios y “algunas reacciones sorprendentes” de algunos escritores y de lectores. El prólogo, añadió, es del escritor nicaragüense y Premio Cervantes 2017, Sergio Ramírez, que califica el libro como un “thriller sobre un hecho literario”.

La publicación de esta obra será simultánea a la del libro inédito El cuaderno del año del Nobel, que lanzará la editorial Alfaguara coincidiendo con la celebración de un congreso que recordará los 20 años con el Premio Nobel en la Universidad de Coimbra (Portugal).

La Universidad de Coimbra celebrará un congreso con motivo de los 20 años de la concesión del Nobel

Cuestionada sobre cómo afronta la celebración de este congreso, la viuda del Nobel portugués, autor de novelas como El evangelio según Jesucristo o Ensayo sobre la ceguera, afirmó que lo hace con una “curiosidad tremenda” sobre lo que los conferenciantes vayan a decir. Asimismo, comentó que le han dicho que las inscripciones “están desbordadas” y que habrá cuatro salas simultáneas con conferencias.

Sobre el estilo de Saramago, Del Río defendió que se asentaba en su faceta de periodista y “en la posibilidad y necesidad de expresar todas las voces y todos los puntos de vista”. De esta forma, puntualizó que “no es Dios”, que “lo ve todo del pasado, presente y futuro”, sino que es el periodista que tiene que narrar desde “distintas posiciones y puntos de vista” para que la noticia, “que nunca podrá ser total, sea lo más verosímil posible”.