En FICA hay contrastes simpáticos. A pocos metros de una gran pantalla con proyecciones de última generación, David Triguero restaura en el stand de la empresa sevillana Gestionarte un cuadro del retablo de una iglesia de Villamanrique. La idea está teniendo éxito. Muchos hacen un alto en su ir y venir y contemplan este trabajo paciente. Gestionarte existe desde 2001 y no sólo restaura y conserva obras de arte y retablos, también ofrece un "servicio integral" a sus clientes, a los que ofrece exposiciones y conferencias, explica Benjamín Domínguez, uno de los socios de la firma, que busca en Fibes ampliar sus contactos con la administración pública, su principal suministradora de contratos junto a hermandades y cofradías.

El también sevillano Horacio Soler tiene una sociedad muy joven y una dilatada experiencia en la producción de conciertos y espectáculos musicales. En julio creó Ensambles. "Sevilla no ha asumido la importancia que tuvo como cuna de la música del Renacimiento en España", dice Soler, que lamenta la falta de un espacio propio para la música antigua en la ciudad, lo que no pasa, añade, con la clásica y romántica, con la contemporánea y el flamenco, que "está en todos lados". Sin embargo, reconoce que "la música barroca está de moda" y hay "bastante actividad".

Y mientras Miguel Escuredo y José Sousa, de Mijas, explican su proyecto Nopreset.com -una "comunidad virtual enfocada al arte, el diseño, la arquitectura y la música" que comenzará a funcionar en enero-, María José Torrejón ofrece los servicios de Era, una empresa con 60 empleados y ocho años de historia, radicada en Chiclana y dedicada a organizar talleres didácticos en yacimientos arqueológicos, a "dinamizar museos" con actividades y a fabricar reproducciones de obras emblemáticas de la Prehistoria en Cádiz.