Tras el rompedor estreno del Festival Internacional de Teatro Clásico con la representación de Julio César, llega a Mérida su segundo espectáculo, Safo, un poema escénico, musical y visual que explora la figura de la gran poeta de Lesbos, que pone en valor el papel femenino y su visualización.

El relevo a una obra que intercambió los papeles entre hombres y mujeres lo coge una obra con un equipo formado íntegramente por mujeres, la cantante Christina Rosenvinge, que se mete en el papel de Safo y ejerce de directora musical del proyecto, y Marta Pazos, responsable de escena, y la dramaturga María Folguera.

Safo, enigmática y misteriosa, una autora venerada y respetada, compuso más de diez mil versos, de los que, sin embargo, han llegado hasta nuestros días escasos poemas completos y versos sueltos. Para Christina Rosenvinge la escritora es una muestra de lo que puede hacer "el talento femenino cuando no se le ponen trabas".

La "hermandad sáfica" que se ha creado en torno a esta figura pretende que, tanto el publico como las propias protagonistas, "salgan de la obra mejor de lo que se entra", en el plano personal y humano. La cantante reconoció tener "libertad total" a la hora de crear esta pieza, y anticipó que se verá "una Safo distinta y que celebra la vida".

Por su parte, la responsable de escena, Marta Pazos, indicó que la poesía de Safo "estaba pensada para ser cantada". La idea de Pazos para llevar los textos de Safo a la actualidad es "coger las ruinas para glorificar su esencia" para mostrar una obra que "conecta el erotismo y el amor libre con celebrar la vida".

Por su parte, María Folguera hizo hincapién en la forma que tiene la obra de unir "historia y tradición con la música pop" y convertir la representación en "una fiesta de diosas en piedras milenarias".

El equipo de 'Safo' posa en la rueda de prensa.

La obra, que se representará del 6 al 10 de julio, es una coproducción del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, Teatre Romea y Grec Festival Barcelona.

El director del Festival, Jesús Cimarro, resaltó por su parte "el poder de los versos cuando van acompañados de música". El también productor teatral recordó que el propósito de este festival es "recuperar para las mujeres el lugar que les corresponde en las artes escénicas".