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Cultura

"Con la subida del IVA al 21% la feria ARCO será una debacle"

  • Barceló regresa 10 años después a una galería española, Elvira González, con lienzos y cerámicas

Para Miquel Barceló la arcilla es una forma genérica de la pintura y el material con el que ha trabajado más intensamente durante los últimos meses en la creación de unas obras que se podrán contemplar a partir de hoy en la galería Elvira González de Madrid. Compuesta por seis creaciones sobre lienzo y 12 cerámicas, algunas de ellas de gran formato, la exposición supone el regreso del artista a una galería española después de una década, además de su primera muestra con Elvira González tras el cierre de la sala de Soledad Lorenzo, con la que solía trabajar.

"Desde el primer momento tuve muy claro que quería trabajar con esta galería", comentaba ayer Barceló, que escribió para la presentación de la exposición un Manifiesto de barro, donde recuerda que empezó a trabajar con arcilla porque en Mali el viento no le dejaba pintar. "Seguramente así fue, pero todavía más seguro es que con esta arcilla no hacía otra cosa que seguir pintando". Barceló ha utilizado para estas últimas creaciones ladrillos, "en alusión a la crisis inmobiliaria", cocidos en una antigua alfarería del centro de Palma que el artista compró. De su pueblo natal, Felanitx, extrajo el barro, "en el que debe encontrarse el ADN de mis ancestros".

Desde sus primeras obras en terracota, Barceló ha aprendido mucho. Con arcilla y usando bióxido de manganeso como colorante, "como hacían los griegos", le gusta pensar que el arte "se hace como hace siglos". "La cerámica es la forma de pintura más antigua del mundo. Para mí siempre ha sido una forma de pintar, aunque dibujar y escribir también lo son". Además, añade, es el material que mejor recoge los defectos y las imperfecciones, algo muy importante para este creador.

Barceló, que tiene en perspectiva un gran proyecto del que todavía no quiere hablar, recomendó, para hacer frente a la depresión (no sólo) económica, aplicar las ideas del movimiento situacionista respecto a tomar objetos creados para un fin "y usarlos para otras cosas diferentes". Pero también habló de las cosas que salen en el periódico. Es, por ejemplo, muy crítico con el aumento del IVA cultural al 21 %, que considera "un disparate". Con su aplicación, vaticinó, [la feria de arte contemporáneo de Madrid] ARCO será "una debacle". "Los coleccionistas se irán a Singapur. Para qué van a venir a Madrid si pueden comprar obras en cualquier otro país mucho más barato".

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