Cultura

El tiempo como aliado

  • La veterana Carla Bley publica un íntimo e inspirado álbum junto a Steve Swallow y Andy Sheppard.

ANDANDO EL TIEMPO. Carla Bley / Andy Sheppard / Steve Swallow. ECM / Distrijazz, 2016.

Con los 80 recién cumplidos, la inevitable crónica Carla Bley no acusa el paso de los años e incrementa su dimensión de la mano de una asociación con el sello ECM que depara exquisitos frutos. Tres años después del valioso Trios (2013), la pianista, compositora y directora relanza su alianza con su compañero sentimental, el bajista Steve Swallow, y el saxofonista Andy Sheppard, ahondando en un formato idóneo para la temática reflexiva e introspectiva que impulsa la flamante partitura de Andando el tiempo.

Su portentoso bagaje como directora y arreglista queda aquí postergado en aras de una relación más privada que entronca con el pábulo de su composición. Así, las tres partes -Sin fin, Potación de Guaya y Camino al volver- de la suite que da título al álbum toman como inspiración el proceso de recuperación de un amigo de la adicción a la medicación para la ansiedad y el dolor. Música sutil y conmovedora, con un Sheppard subrayando su cualidad solista a la vez que Bley y Swallow trenzan sus juegos armónicos y melódicos hasta concretar un todo que concluye con el vivo canto a la esperanza que sucede al final del sufrimiento. El bajo de Swallow gana protagonismo en Saints Alive! -una expresión usada por las ancianas sentadas en el porche de casa al caer el fresco de la tarde, cuando se intercambian un jugoso chisme-, con el trío recalando de nuevo en esa lírica dinámica de espacios y tiempos que alimenta al trabajo.

Finalmente, Naked Bridges / Diving Brides cita por igual al poeta Paul Haines que a los sones nupciales de Mendelssohn para convertirse en perfecto regalo de boda para Sheppard, aprovechando la comisión del EFG London Jazz Festival. El saxo soprano del británico cruza líneas con el piano de Bley a través de un espacio de dúctil estructura que Swallow aprovecha para reivindicarse. Predomina, no obstante, el juego de conjunto, la armónica sensación deparada por un disco compacto y compartido, serena prolongación de la obra de una artista impar y distintiva.

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