Cultura

El 'velázquez' neoyorquino 'Retrato de un caballero' llega al Prado

  • El conservador del Metropolitan de Nueva York, colección de la que procede el lienzo restaurado en Madrid en 2009, cree que se trata de un autorretrato del genio sevillano

El misterioso caballero pintado entre 1630 y 1635 conocido como Retrato de hombre, y que en 2009 fue publicado como original de Velázquez por Jonathan Brown, viajó desde el Metropolitan Museum de Nueva York hasta el Museo del Prado para reencontrarse consigo mismo en el óleo de Las Lanzas.

Dentro del programa La Obra Invitada, patrocinada por la Fundación Amigos del Museo, el Prado expondrá hasta el próximo 27 de enero el óleo cedido por el museo neoyorquino junto a otra obra maestra de Velázquez, Las Lanzas o La Rendición de Breda, en cuyo extremo derecho aparece el mismo personaje representado en Retrato de caballero.

Mientras que los expertos del Metropolitan y el Prado coinciden en que las figuras de ambas obras representan a la misma persona, no es tal la coincidencia sobre la identidad del personaje.

Así, para Javier Portús, jefe de Pintura Española del Prado, la tipología facial de este caballero es "muy distinta" a los autorretratos que se conservan del pintor sevillano, los de la Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia y el de Las Meninas. En el mismo sentido se ha pronunciado Gabriele Finaldi, director adjunto de Conservación e Investigación del Prado, quien precisó que existen "muchas razones para dudar" de que sea el propio Velázquez, y se inclinó por la teoría de que se trata "de una persona distinta aunque con rasgos generales parecidos".

Sin embargo, Keith Christiansen, jefe de Conservación de Pintura Europea del Metrolopolitan, explicó que un informe encargado a un forense experto en identificación facial extrae la conclusión "aventurada" de que existe una "alta probabilidad" de que el hombre pintado por Velázquez en Retrato de hombre sea él mismo. Una teoría que ya fue sostenida por el hispanista alemán August Mayer, fallecido en 1944, y autor del libro pionero La escuela sevillana de pintura. No obstante, todos coinciden en que será necesario seguir indagando en la identidad de este enigmático personaje, con cuyo préstamo se homenajea a Plácido Arango, presidente del Patronato del Museo del Prado entre 2007 y 2012 y patrono emérito de la pinacoteca neoyorquina.

Retrato de hombre había pertenecido desde el siglo XVIII a colecciones privadas alemanas hasta que en 1925 pasó a manos del marchante de pintura antigua Joseph Duveen, quien hizo restaurar el cuadro con criterios que respondieran al gusto del coleccionismo internacional para darle salida comercial a la obra. En ese proceso, el cuadro original perdió su identidad, al crearse con esa intervención un fondo homogéneo, definirse las partes del tronco que simplemente aparecían esbozadas y convertir el cabello del hombre en una masa uniforme, dotando a la imagen de una apariencia estática y uniforme. En 1963, José López-Rey afirmó que en el estado de conservación que se encontraba entonces, no era posible asegurar que se trataba de un Velázquez.

Ya en 2009, la última restauración, realizada por el Metropolitan, liberó al cuadro del corsé en el que estaba atrapado y reveló recursos técnicos y estrategias de representación "típicamente velazqueñas". Según reveló ayer Christiansen, cuando Brown vio por primera vez el óleo tras su restauración en el MET dijo sin dudar: "Enhorabuena, es un Velázquez".

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