Menuda lección de asertividad la de Pedro Alonso en Late Motiv. Hacía tiempo que no veíamos a alguien tan seguro de sí, tan disfrutón, tan creativo y multidisciplinar. Que pinta, escribe, interpreta, viaja, pero sobre todo que vive intensamente pisando fuerte a cada paso. Una maravilla de existencia. Tan deslumbrado dejó a Andreu Buenafuente que éste le invitó a que se pase por allí más veces, a la manera en que lo hacen Miguel Rellán o Maruja Torres, dado que su presencia generará buen rollo asegurado.

Pedro Alonso, con una larga y productiva carrera televisiva entre su Galicia natal y Madrid, con más de veinte años en la brecha, rompió todas sus previsiones con La casa de papel, como todos los que habían participado en la misma. Pero a lo que acudía al programa era a promocionar el estreno de su película El silencio del pantano, ópera prima de otro curtido director de series, como El Ministerio del Tiempo, Marc Vigil.

Pero la primera en la frente. El silencio del pantano, estrenada el 1 de enero, resultó un doble fiasco, para la taquilla y para el público, que como si oliera el estropicio, no acudió a verla. Y no sería por tardes que llenar durante tantas jornadas festivas.

En El silencio del pantano todo lo que puede estar mal, está peor. Porque parte de un guion que hace aguas, que no interesa, que nunca es verosímil, y que al final resulta incongruente. Padeciendo este desastre me acordé mucho de la vitalísima entrevista a Pedro Alonso de cómo a veces las promociones son mil veces más resultonas que los productos que se publicitan.

Y me entristecí por el año que le espera al cine español, que nos espera como espectadores: La suite nupcial (Carlos Iglesias), Te quiero imbécil (Laura Mañá) o la andaluza Para toda la muerte (Alfonso Sánchez),que no presagian nada bueno. Esperemos que al menos las promos de todas ellas sean divertidas.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios