La sesión estuvo marcada por la decisión del Banco de Japón de ampliar el rango de cotización de los bonos a 10 años, lo que supone el primer signo de endurecimiento de la política monetaria de un banco central que mantiene el tipo de interés en -0,10% desde 2016. El consecuente repunte de las rentabilidades de los bonos, que en las principales referencias europeas a 10 años superó 10 puntos básicos, impulsó al alza al sector bancario, beneficiando a índices con gran peso del sector financiero como el Íbex 35.

El selectivo español también se vio beneficiado por las previsiones del Banco de España (BdE), que prevén una ralentización de la economía española menor a la esperada inicialmente. Si bien el BdE ha recortado ligeramente la previsión de crecimiento del PIB español en 2023 hasta el 1,3% (-0,1 puntos básicos) ante el deterioro de la demanda externa, ha actualizado al 4,6% (+0,1) el avance de la economía en 2022. Según el organismo, la positiva evolución se ha apoyado en la fortaleza del mercado laboral, las medidas y políticas fiscales que han limitado el impacto de la crisis energética y la estable producción industrial ante los pedidos pendientes por los cuellos de botella.

Así, el Íbex 35 cerró al borde de 8.200 puntos, siendo el único de los principales índices con un avance considerable (+0,59%). Entre sus componentes, las mayores revalorizaciones se situaron en Banco Santander (+3,51%), BBVA (+2,83%) y Caixabank (+2,35%). En contraste, las mayores caídas se registraron en IAG (-2,37%), Naturgy (-2,00%) y Fluidra (-1,85%).