Análisis

Jesús Alba

Cenar con el Diablo y pelarle la fruta

Que no olvide el sevillista, el que vendió y el que no, que todo lo que hoy teme es fruto de la codicia

Que no olvide jamás el sevillista, sea accionista o no, que una sociedad anónima deportiva en este fútbol donde se mueve tanto billete no se dirige sin caretas igual que una tragedia griega no se representa sin ellas. Que no olvide el sevillista, haya aprovechado la tómbola para sacarle unos cuartos a los títulos que compró en un arranque de amor por los colores o se haya mantenido firme al romanticismo, que el dinero puede más que los golpes de pecho. El compromiso de fidelidad que se adquiría al comprar una acción era algo similar al sí quiero de un casamiento, algo que daba razón de ser a que el aficionado de base se acercara con su dinerito ahorrado a golpe de esfuerzo a algo que al principio no sabía ni lo que era: una ampliación de capital.

El sevillismo ya sabe, porque lo ha vivido, que una Junta de Accionistas es -muchas veces lo ha sido- una representación teatral en la que nada, o muchas cosas, es lo que parece. Así que ojo con lo que se venera y ojo con lo que se repudia en Los Lebreros porque las tornas cambian en menos tiempo de lo previsto y las caretas tardan poco en caer. Deberían saberlo todos en un club en el que un completo desconocido que no volvió a aparecer por aquí como Herminio Menéndez salió a hombros de una Junta, la celebrada en el World Trade Center.

Que no olvide el sevillista que los mismos chistes que reía de Del Nido aquella famosa noche de las pistolas, qué casualidad Miguel, se han contado con el paso de los años de otra manera hasta en algunos casos dar a entender que quien iba armado era él. Que no olvide el sevillismo que si hoy hay alguien que quiere enriquecerse con un americano también es porque parte de ese dinero yanqui está hoy calentito en el bolsillo de quien vendió las acciones que con cariño compró su padre.

Pero, sobre todo, que no olvide que en una Junta hay quien cena con el Diablo y le pela la fruta.

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