Análisis

Fernando Faces

Santelmo Busissnes School

Economía del coronavirus

El coronavirus es un cisne negro que sobrevuela y amenaza la economía global. La estimacion inicial del FMI y del Banco Mundial era que si el comportamiento y duración del coronavirus (Covid-19) era similar al SARS de 2003,el impacto sobre la economía sería limitado. El crecimiento de China podría contraerse un 0,5% y la economía mundial un 0,2%. Pero las expectativas han empeorado. El coronavirus es menos letal que el virus del SARS, pero tiene una capacidad de contagio y propagación diez veces superior. En estos momentos son más de 30 los países afectados. La capacidad de propagación ha disparado la incertidumbre. Todo va a depender del tiempo que dure y de la magnitud de su expansión geográfica. Es la incertidumbre, más que la epidemia en sí, la que está provocando el pánico en las bolsas y la que puede afectar a la economía global.

La Organización Mundial de la Salud (OMS no ha declarado oficialmente la pandemia, pero sí su posibilidad. Ha sido la fuerte propagación en Italia lo que ha hecho saltar las señales de alerta. El Covid-19 se ha instalado en Europa. Italia se enfrenta a una casi segura recesión. Alemania, debilitada y con una fuerte relación comercial con China, está al borde. En el mes de septiembre de 2019 el Comité de Vigilancia de la OMS emitió un informe en el que advertía del riesgo de una pandemia global. La explosión demográfica, el cambio climático, las migraciones, el aumento de los desplazamientos por negocio y ocio, el incremento del comercio y el transporte propician futuras pandemias. Los gobiernos debían dotarse de mecanismos de alerta, de prevención y de respuesta.

China es la segunda potencia mundial en PIB y la primera en exportaciones e importaciones. Está implicada en todas las cadenas de suministro y de valor mundiales. Si el Covid-19 se prolongará durante un año, el impacto sobre su crecimiento económico sería importante, pudiendo generar una recesión global en un momento en el que la economía global está desacelerándose. Los riesgos geopolíticos y económicos se han reducido temporalmente. Pero la economía global sigue siendo débil y la economía europea roza el estancamiento. El endeudamiento mundial sigue siendo alto. Una pandemia podría ser el desencadenante de una nueva recesión global. Por el contrario, si en el segundo trimestre de este año el coronavirus hace techo y empieza a declinar, el impacto económico y financiero no será relevante. Las bolsas reaccionarían al alza, recuperando lo perdido, y el impacto sobre el crecimiento y el comercio mundial no sería significativo. En la epidemia de SARS- 2003 las bolsas se recuperaron en 31 días y el impacto sobre la economía mundial fue tan sólo del 1%.No obstante, en 2003 China era el 4% del PIB mundial , hoy el 16% y las exportaciones el 6% , hoy el 14%. La capacidad de arrastre de China es mucho mayor. El riesgo de pandemia es una de las caras oscuras de un mundo globalizado, en el que la renta y la riqueza han aumentado, pero la incertidumbre y la interdependencia también.

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