El envilecimiento de la campaña en Madrid, mucho más calculado de lo que se puede pensar, es un aviso a navegantes. Desde hace años asistimos a un electoralismo cada vez más descarnado, paralelo a las estrategias de demolición del Régimen del 78, desde los extremos populistas, aprovechando el descrédito del viejo bipartidismo por la corrupción. El 78 fue, sobre todo, un proyecto de convivencia ahora deteriorada. Plantear comunismo o libertad o identificar a Ayuso con el fascismo es colocar una carga irreal de pólvora contra la pluralidad tolerante. Lo sucedido con Vox en Madrid enfatiza la necesidad de protegerse de las ideologías que retan a la democracia liberal, algo que no acaba en Vox. De momento Andalucía parece alejada de esos fuegos, entre un cierto nerviosismo con el adelanto electoral.

1.- Rocío Monasterio

"Yo condeno todo lo que sea la violencia, me gustaría que ellos hubieran condenado lo que sufrimos en Vallecas. Yo, bueno, de Pablo Iglesias me creo poco. Creo que todos los españoles, cada vez que oímos algo que dice Pablo Iglesias, lo ponemos en duda porque nos han engañado durante este año vilmente".

2.- Pablo Iglesias

"Si no se retracta, y permitís que continúe el debate, nosotros nos vamos".

–Rocío Monasterio: "Si usted es tan valiente, levántese y lárguese".

Primero: La actitud de la extrema derecha es provocadora y gravemente irresponsable ante las amenazas. Que Monasterio diga "yo condeno todo lo que sea violencia" es precisamente usar el recurso de Bildu y los etarras para no condenar una violencia concreta. Le deshonra. Otra cosa es que, después de condenarlo, hubiese planteado alguna duda sobre la consistencia de esas amenazas reclamando que se investigue; pero era demasiado evidente que buscaba desde el principio, con un tono tabernario, lo que acabó sucediendo.

Segundo: después de indignarse con Vox, la reflexión tendrá que pasar de la anécdota a la categoría. Es momento para algunos de preguntarse: ¿qué reacción tuvieron cuando Albert Rivera recibió una carta con una bala sin percutir en su frente entre sangre? ¿Qué reacción cuando se atacaba ciertos comercios con ecos años treinta? ¿Y cuando se boicoteaban los mítines en Euskadi? ¿Y los totalitarismos tipo Vic? ¿No se rieron de Vox diciendo que usaban Ketchup tras lanzarles piedras? Claro que se puede seguir pensando, complacientemente, que aquí sólo hay un problema de ultraderecha. Incluso quienes han firmado cordones sanitarios contra partidos democráticos.

Tercero: Al evaluar lo sucedido en ese debate del que huyó Ayuso, queda la desalentadora sensación de que, más allá del desdén hacia al odio que lleva tiempo arraigando en la sociedad sobre todo por los dos extremos, en este debate Monasterio e Iglesias sobreactuaron buscando que ocurriera lo que ocurrió. A los dos les iba mal en las encuestas, necesitados de un golpe de efecto tras fallar en el debate; y sus partidos están familiarizados con la táctica de trasladar tensión a una sociedad cada vez más polarizada. Hay cada vez más tolerancia con el electoralismo sin escrúpulos –esta semana, nuevo hito de Vox, cada vez más desatado, con los MENA y la abuela– desentendiéndose de la cultura democrática.

Cuarto: Y así se suman factores –negación de la legitimidad del rival, tolerancia con la violencia...– de cómo mueren las democracias (véase Levitsky y Ziblatt).

3.- Edmundo Bal

"Os ruego que no os vayáis del debate. Os pido por favor que no le hagáis el juego a Monasterio. La gente quiere escuchar nuestras propuestas... Nosotros somos demócratas".

Fue el único en el debate que se mantuvo en su sitio. Probablemente no obtenga escaños. ¿Dice eso algo?

Por CIS acaso

El CIS publicado esta semana, para estupor nuevamente de los expertos, algunos de independencia acreditada como Kiko Llaneras ("la estimación sigue escorada a la izquierda... como ya es costumbre") y otros tan fiables como Narciso Michavila, por la manipulación de los datos brutos. ¿Por qué haría el CIS una operación tan burda? Previsiblemente esto se responde con ese cui prodest? de los criminalistas. O sea: ¿Quién se beneficia? Obviamente se trata de movilizar a la izquierda con el mensaje de que hay partido. Tras el CIS, y el aquelarre de Monasterio, la campaña ya es otra.

4.- Mónica García

"Hay partido y además lo estamos jugando bien".

Los tres candidatos de la izquierda se apuntaron al mensaje. También Gabilondo e Iglesias. Es lógico, porque el CIS se publicaba precisamente para proyectar que hay partido.

5.- Ángel Gabilondo

"Hago una llamada a la izquierda. Querido Pablo, confío en que apoyes un Gobierno para parar el Gobierno de Colón. Nos quedan 12 días".

Todo esto conlleva un giro estratégico. El PSOE pasa de "con este Iglesias no" a "Querido Pablo". Lo que va de un mensaje a otro es, simplemente, una instrucción de Iván Redondo cambiando de estrategia. La Fórmula A, o estrategia moderada, pasaba por atraer a Ciudadanos ofreciendo una imagen de centro. La Fórmula B, asumido que Ciudadanos difícilmente entrará y en todo caso sumaría a la derecha, es ya una apuesta abierta PSOE+MM+UP. Ese Querido Pablo sólo significa (Sánchez+Errejón)+Iglesias. Si hay partido, se va a disputar con esta alineación.

¿Y los medios?

6.- Alfonso Armada

"El clima de polarización... está erosionando la confianza de la sociedad en los periodistas y fomentando el discurso de odio contra los medios".

Es evidente que el actual proceso de deterioro político ha tenido una literatura de acompañamiento desde el periodismo, o desde los medios alejándose del periodismo. El informe anual de Reporteros sin Fronteras, que mantiene a España en un poco honroso puesto 29, enfatiza la opacidad del Gobierno durante la pandemia y el señalamiento de periodistas, sobre todo por Vox y Podemos... pero también cómo la polarización de los propios medios está debilitando el clima de confianza en ellos como contrapoder necesario. Y esa es otra forma inquietante de debilitar la cultura democrática.

Entrentanto en... Andalucía

El clima andaluz se mantiene lejos de todo esto. El Gobierno de Moreno ha buscado el espacio de la moderación, y la oposición también ha huido de incendiar el clima político. Claro que la izquierda sigue muy enredada en conflictos internos. El sector crítico del PSOE reclama lo mismo que reclamaba Susana Díaz en 2018: un adelanto para dar mayor margen al candidato. Pero eso era en 2018. De momento están en la No Campaña.

7.- Juan Espadas

"Cuando se convoquen esas primarias será el momento de presentar las candidaturas; será el momento, en definitiva, de decidir dar ese paso al frente. Yo creo que ahora mismo lo que toca es escuchar".

8.- Susana Díaz

"Cada minuto del día, cada hora a lo largo de la semana, la estamos dedicando a lo que le duele a la gente, a lo que le preocupa a la gente, a las necesidades y las inquietudes... Yo no voy a perder un minuto del tiempo que no sea en eso. Y después, cuando toque el proceso orgánico, pues iremos al proceso orgánico".

Susana Díaz y Juan Espadas, mientras hacen campaña, aseguran que ya llegará el momento de hacer campaña. Espadas ha asimilado el cinismo de su rival –sostener que no va a dedicar un minuto a la campaña mientras le dedica cada minuto– y ha optado por empezar a hacer lo mismo. Los críticos confían en que se aceleren los plazos y se dirima tras las urnas de Madrid, pero entretanto se apuntan a la idea de proclamar que no es momento de hacer campaña mientras siguen haciendo campaña. Parecen boxeadores lanzando guantes al aire, como Danny Kaye en El asombro de Brooklyn. ¿No parece oírse algunos días incluso su banda sonora con el tarara-boom-boom de El Danubio Azul?

El botón rojo de Moreno

La actitud nerviosa del PSOE se debe más al manejo de los tiempo internos que a la amenaza real de un adelanto electoral, pero éste es un factor que acrecienta los nervios. ¿Y si? Esto sirve de coartada. El botón rojo es sólo del presidente.

9.- Juanma Moreno

"Cuando termine esta legislatura, si todo va bien y terminamos en el 2022...".

Los condicionales del presidente –"si todo va bien", "si no sucede nada..."– juegan con los nervios de los rivales, inevitablemente abocados a hacer cálculos especulativos. El mensaje sigue siendo muy contundente contra la idea de adelantar, pero Moreno va manejando el nerviosismómetro.

Precisamente el agravio

10.- Juan Bravo

"Mientras la media de las comunidades autónomas han recibido, en este Fondo Covid, 340 euros por habitante, Andalucía solo ha recibido 260 euros por habitante. Sin duda, un agravio que, entendemos, y supongo que ustedes [los partidos de la oposición] compartirán, no se debe volver a repetir".

Después de las vacunas, que regresa a cierta pax estadística, el mensaje del agravio vuelve al foco habitual de la financiación. La Junta de Andalucía parece más confiada en el efecto de estos mensajes que en los datos positivos de su gestión. En estas semanas de vacunación han puesto menos énfasis en su liderazgo como comunidad más eficiente que en que faltaban equis. Es un argumento mediocre, pero, y eso es lo peor, quizá sea realmente más eficaz. Ya se sabe que hay números que agravian.