TRÁFICO Cuatro jóvenes hospitalizados en Sevilla tras un accidente de tráfico

Que nos quede claro a todos los alemanes: las críticas que se hacen desde nuestro país, Alemania, al Banco Central Europeo no están en absoluto justificadas". Algo así es lo que vino a decirles este lunes a todos sus compatriotas Isabel Schnabel, ahora miembro del Comité Ejecutivo del BCE. Y no sólo lo dijo sino que lo argumentó en un discurso, Narratives about the ECB's monetary policy - reality or fiction?, en Karlsruhe, ante la Sociedad Alemana de Investigación Jurídica.

Y es que Christine Lagarde, la nueva presidenta del BCE, la ha puesto en el cargo -entre otras cosas- para esto, para lavar la imagen del banco central en Alemania. Quiere rebajar la excesiva crítica que realizan los alemanes porque pone en peligro la confianza en la política monetaria única y socava la cohesión europea. Schnabel recuerda cómo entre otras lindezas se le ha llamado "conde Draghila" a Mario Draghi , el ex presidente, por "chupar" las cuentas de ahorro alemanas o cómo algunos políticos se han referido a él como "el sepulturero de los ahorradores alemanes".

Este perjuicio a los ahorradores es lo que ocupa en gran medida su discurso, y también una reciente entrevista que ha concedido al diario Die Welt. Según ella es uno de los bulos que han extendido los críticos con la política monetaria expansiva de estos últimos años. Pero Schnabel se equivoca intentando derribar esto, porque es una realidad irrefutable. De hecho, sólo es capaz acudir a un argumento que poco consuelo puede proporcionar a los ahorradores: que hay que atender a las tasas reales de interés (tasas nominales menos la inflación) y que visto así, en comparación con otras épocas, no es tanto lo que pierden.

Aunque eso sí, Schnabel señala que Alemania no se compone sólo de ahorradores, sino también de prestatarios, contribuyentes, propietarios y, por supuesto, trabajadores. Y todos ellos han salido ganando. Schnabel proporciona datos que pueden abrirle los ojos a muchos alemanes: un ahorrador medio puede haber recibido unos 500 euros por año menos de intereses. Sin embargo, un prestatario medio ha pagado casi 2.000 euros menos de intereses. Además, el gobierno alemán ha ahorrado más de 40.000 de euros en intereses desde 2017, con los que podrían haber desarrollado políticas compensatorias.

Pero, en todo caso, las cuestiones de dinero nunca son en términos absolutos. Y los alemanes podrán seguir aduciendo que en relación a otros países con mayor endeudamiento -público y privado- ellos salen ganando menos. Por eso mejor camino que insistir en esas cuentas cicateras y miopes es hacerles ver que las medidas del BCE han respaldado la inversión, el crecimiento y la creación de empleo en toda la zona del euro, y especialmente en la economía alemana. Y que a ellos les ha ido bien en gran medida porque el resto se ha recuperado.

Para conseguir una mayor cohesión en la Eurozona se hacen necesarias grandes dosis de pedagogía para que todos los europeos comprendan que les va mejor juntos que por separado. Cuestión aparte, a la vista de la situación, además debería abrirse con urgencia un gran debate: ¿qué clase de sistema económico es éste que perjudica al que ahorra y premia al endeudado?

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios