FERIA Toros en Sevilla hoy | Manuel Jesús 'El Cid', Daniel Luque y Emilio de Justo en la Maestranza

Qué bien lo explicó Javier Cercas en la entrega del premio Francisco Cerecedo de Periodismo con el que fue galardonado este año. Cualquiera que tenga dos dedos de frente, resumió el escritor, verá claro que es preferible una monarquía como la noruega que una república como la siria. Por lo que el debate no debe ser si monarquía o república; la cuestión es conseguir la mejor democracia posible.

El momento se emitió en Audiencia abierta, el informativo que dirige Miguel Ángel Sacaluga, del que se han emitido 300 emisiones desde que Felipe VI asumió la Jefatura del Estado, programa del que solamente me perdí sus primeras veinte entregas, algo de lo que me arrepiento, porque su factura es impecable y, con independencia de las ideas que tenga cada cual, contribuye al bienestar. En estos años tan convulsos en la arena política es un alivio constatar la calidad humana de nuestro máximo representante institucional. Y Audiencia abierta no es el No-Do. Por supuesto que se repasa la agenda semanal de nuestros Reyes. Pero no se ocultan cuestiones espinosas.

Javier Cercas ha analizado la figura del monarca en sus columnas con una lucidez incuestionable. Cuando le leo, siempre con reverencia, o le escucho en una conferencia (recuerdo una sobre la figura del impostor en El Escorial sin una sola nota delante que me dejó hipnotizado) me pregunto qué he hecho con mi vida. Y es que Cercas y yo vinimos al mundo el mismo año. Y viendo cómo le ha cundido ese mismo tiempo vivido uno se acompleja. Lo que ocurre es que siempre fui muy comodón, y ya de pequeño me rebelaba ante el destino. Porque yo en realidad quería haber nacido Felipe.

Yo quería una agenda asi. Dejarme llevar. Y vivirla a tope. Pero el destino no me condujo a ser protagonista de nada, sino espectador. Y poder contarlo de vez en cuando para ustedes.

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