El viernes pasado, el Íbex 35 logró sumar un 1,62% tras cerrar en rojo durante 12 sesiones, su mayor racha histórica de caídas consecutivas. La tregua duró poco, ya que ayer de nuevo se retomó el signo negativo, al cerrar en 7.862,70 puntos (-0,88%).

Esta semana tendría que haber sido el BCE el gran protagonista, pero, de nuevo, la crisis energética centra la actualidad. El productor estatal de gas ruso Gazprom comunicó el viernes que detendrá indefinidamente los suministros a través de Nord Stream. Horas después de que los líderes del G7 acordaran implementar un precio tope para el petróleo ruso, Gazprom dio marcha atrás en su plan de reanudar los flujos a través del oleoducto clave. Con los precios del gas cuatro veces más altos que hace un año, la UE baraja intervenciones sin precedentes en el mercado de la energía. Los inversores se preguntan, ahora, si esta situación podría suponer una postura más moderada por parte del BCE.

En el plano macro, según la publicación de Caixin, que incluye al sector servicios y de construcción, el PMI de China constata la moderación de la actividad en agosto, si bien a un ritmo moderado y manteniéndose en expansión con 55,0 puntos (segunda lectura más elevada desde mayo 2021). En Japón, el PMI de servicios registró su segundo descenso mensual consecutivo, cayendo a terreno de contracción por primera vez desde marzo de este año. Este deterioro se vio impulsado en gran medida por el reciente aumento de casos de Covid-19. En Asia siguen preocupando las nuevas restricciones por Covid en ciudades chinas como Shenzhen y Chengdu.

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