Análisis

fernando faces

Recuperación: ¿espejismo o realidad?

Se respira en los mercados una optimista atmósfera de pronta recuperación. Los indicadores adelantados de la Eurozona sorprenden a los analistas, superando sus expectativas. El PMI del mes de junio de Francia alcanza el nivel de crecimiento y el de la Eurozona se acerca. Desde mediados de mayo asistimos a una significativa recuperación de las bolsas. ¿Anticipan una fuerte recuperación en V o por el contrario estamos ante un espejismo? Según Christine Lagarde, presidenta del BCE, "lo peor está por llegar". Probablemente tengamos dos años de lenta recuperación hasta finales del 2022 o primer semestre del 2023. El tiempo de paralización económica ha sido superior al previsto y los daños estructurales del lado de la demanda y de la oferta han sido importantes. Las expectativas de incremento del paro, una vez que finalicen los ERTE, son preocupantes. El BCE anuncia una tasa de paro del 10%. En 2015, cuando la Eurozona alcanzó el 10% de paro España llego hasta el 22,5% .

La reciente reactivación económica es producto de la desescalada y del efecto psicosociológico de la vuelta a la nueva normalidad, además de una demanda embalsada durante un largo confinamiento. La recuperación será lenta y muy desigual. Los sectores más afectados por el distanciamiento social como el turismo y la restauración no alcanzarán las cifras previas a la crisis antes del 2023 .Los países más afectados por la crisis sanitaria o con mayor peso del sector turismo y ocio serán los últimos. La salida será más lenta en aquellos países que hayan acumulado más deuda, que hayan destruido más empresas, que hayan aumentado más el paro. También en aquellos que menos ayudas han dedicado a la recuperación por insuficiencia presupuestaria. Según el Instituto Europeo Bruguer, España es la que menos recursos ha destinado de toda la Eurozona. Los altos niveles de déficit y deuda públicos acumulados son la principal causa. La financiación mediante avales públicos ha sido insuficiente y la ayuda fiscal ha sido irrelevante.

Los países del sur de Europa necesitan ayudas y reformas estructurales. De lo contrario la desigualdad y la fragmentación aumentará y pondrá en riesgo el proyecto europeo. En el mes de julio el Consejo Europeo debatirá la propuesta de la Comisión sobre el Fondo de Recuperación Europeo de 750.000 millones . No va a ser fácil el consenso. Los países frugales (Holanda , Austria Dinamarca y Suecia) no están de acuerdo en el excesivo tamaño del fondo , en el reparto, en las transferencias y en la ausencia de una estricta condicionalidad. Afortunadamente hay unanimidad en la necesidad de un paquete de ayudas destinadas a proyectos de inversión orientados a los nuevos objetivos de la Eurozona: transición ecológica y economía verde, sostenibilidad ambiental, innovación y transformación digital.

Nuevamente España necesita ser rescatada y necesita ganarse la confianza perdida de los socios europeos. Los 77.000 millones de inversiones que corresponderían a España podrían generar una recuperación adicional del 2,5% del PIB real durante los tres próximos años. Se necesitarán proyectos eficientes alineados con los objetivos europeos, capacidad de gestión, colaboración público-privada, además de reformas estructurales y un plan de estabilidad presupuestaria a medio plazo. Condicionalidad exigible, y deseable,en el seguimiento de compromisos del semestre europeo.

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