El Íbex 35 recuperó ayer la cota psicológica de los 9.400 puntos, un umbral que no lograba alcanzar desde el pasado 3 de mayo, a pesar de las presiones bajistas el sector energético, que caía fuertemente tras el previsible recorte en la retribución de las redes por parte de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC).

El índice estuvo durante la jornada pendiente de la subasta del Tesoro español, en la que finalmente se logró colocar un total de 3.866,56 millones de euros en una nueva emisión de bonos y obligaciones del Estado, en el rango medio previsto, y lo hizo ahondando en los tipos negativos y reduciendo el coste, incluso marcando mínimos en el interés de financiación de la deuda a 10 años.

El principal selectivo español se comportó así un día después de haberse revalorizado un 1,2% y en una sesión marcada por la ausencia de Wall Street, que permaneció cerrado por la celebración del Día de la Independencia.

Entre los valores más alcistas se colocaron IAG (+3,75%), Caixabank (+3,21%), Ence (+3,17%), MásMóvil (+3,17%), Banco Sabadell (+2,08%) y Bankinter (+1,56%), mientras que al otro lado de la balanza destacaron sobre todo las caídas de Enagás y Naturgy, con descensos del 4,29% y el 3,37%, respectivamente.

En el mercado de divisas, el euro se intercambiaba a 1,1281 billetes verdes, mientras que en el mercado de deuda la prima de riesgo española se movía en el entorno de los 64 puntos básicos, con el interés en mínimos del 0,25%.

Las principales bolsas europeas finalizaron la sesión con ascensos del 0,1% en los casos del Dax de Fráncfort y del Cac 40 de París, mientras que Londres terminó con una corrección del 0,09%.