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Análisis

José Mª O’Kean

Catedrático de Economía Universidad Pablo de Olavide

¿Es Thomas Cook un nuevo Lehman Brothers?

Inquieta vislumbrar un nuevo riesgo, hasta ahora no percibido, como origen de una nueva crisis económica que muchos vaticinaban, pero que pensábamos sería causada por otros factores.

Una mujer pasea cerca de los cuarteles generales de Thomas Cook en Alemania.

Una mujer pasea cerca de los cuarteles generales de Thomas Cook en Alemania. / Armando Babani / Efe

Esta es la pregunta que nos hacemos cuando, en plena ralentización de las economías occidentales, el gran touroperador Thomas Cook presenta una suspensión de pago previa a la quiebra de la compañía. ¿Estamos ante el preludio de una nueva crisis financiera y económica? ¿La quiebra de Thomas Cook es la primera de otras quiebras de empresas del sector turístico, un sector que ha sido clave en la recuperación de la economía española?

Reino Unido, Austria, Alemania y Suecia tienen tasas anualizadas de crecimiento negativas

Los últimos datos de crecimiento y las previsiones anuales para 2019 muestran de manera generalizada un descenso de las tasas de crecimiento e incluso tasas anualizadas negativas en el segundo trimestre del año en el Reino Unido (-0,8), Austria (-0,9), Alemania (-0,3) o Suecia (-0,3). El descenso del comercio mundial, debido a la guerra comercial entre EEUU y China junto al previsible efecto del Brexit duro, se han dejado sentir en las exportaciones alemanas, haciendo caer su demanda externa y parando al principal país de la Eurozona que, si registra en el tercer trimestre del año un nuevo dato negativo, entrará técnicamente en recesión económica. Reino Unido y Alemania, junto a Francia, son los principales orígenes de los turistas que vienen a España y el turismo ha sido el sector que más ha contribuido al crecimiento de nuestra economía en los últimos años.

Pensábamos, en el escenario de estos últimos meses, que los peligros de una nueva crisis económica radicaban en el progresivo proteccionismo de las dos grandes superpotencias ya comentado, la salida abrupta del Reino Unido de la Unión Europea, la gran volatilidad en la que pudiera entrar el precio del petróleo fruto de los conflictos en Oriente Medio y, principalmente, por la gran deuda de casi todos los Estados de los países occidentales que sigue incrementándose y se refinancia a tipos de interés prácticamente nulos, debido a las políticas monetarias superexpansivas que desde la crisis anterior se vienen aplicando.

Las plataformas digitales presionan a la baja los precios y reducen los márgenes empresariales

Sin embargo, la quiebra de Thomas Cook nos abre un nuevo riesgo que nos había pasado desapercibido. Desde la irrupción de las tecnologías de la información han surgido en el espacio digital plataformas que aglutinan un número creciente de usuarios en las que se realizan buena parte de las transacciones económicas actuales entre clientes y empresas. Son plataformas que muestran mucha información a los consumidores y presionan los precios a la baja debido a la fuerte competencia, reduciendo los márgenes empresariales de las empresas que compiten en estas plataformas digitales, así como los de las empresas del mismo sector que siguen operando en la economía tradicional.

Este proceso ha tenido una especial relevancia en el sector turístico, en el que existen grandes plataformas que aglutinan la oferta de medios de transporte, alojamiento de diversas características y servicios complementarios de las experiencias turísticas como la gastronomía, visitas culturales, grandes eventos deportivos etc.

En este sector la competencia ha sido muy fuerte y el desarrollo de las diversas plataformas digitales ha ido siguiendo unos de los principios claves de la economía digital que es alcanzar la masa crítica que permite ser rentable sólo cuando el número de usuarios es muy elevado. Por alcanzar este nivel de masa crítica las plataformas realizan gastos extremos en publicidad y posicionamiento, ofertando precios muy bajos y soportando pérdidas anuales hasta que el número de usuarios sea suficiente y consigan el predominio en el mercado. Mientras tanto, el endeudamiento ha de ser constante, lo cual se ve favorecido con la abundancia de crédito barato debido a la comentada política monetaria expansiva que se viene practicando.

Thomas Cook y otros operadores turísticos no han entrado directamente en el espacio digital y se han mantenido hasta ahora en la economía tradicional con una red de establecimientos y trabajadores que han comercializado sus paquetes turísticos, pero sí han sufrido la competencia de las empresas que competían en las plataformas digitales con unos precios muy bajos, lo cual ha dejado a las compañías que no han asumido la transformación digital sin márgenes de beneficios, con plantillas de trabajadores sobredimensionadas y teniendo que endeudarse de manera crónica para poder sobrevivir.

En este escenario, un Brexit duro que hará entrar al Reino Unido en una profunda recesión y por tanto originará un descenso del turismo británico, una libra que al depreciarse encarecerá el suministro de combustibles para las aerolíneas y un precio del petróleo previsiblemente al alza, dada la situación geopolítica del golfo pérsico, no auguran un escenario favorable para las compañías británicas del sector.

La cuestión no es tanto si Thomas Cook no ha sabido transformarse al espacio digital y la coyuntura actual ha provocado una quiebra anunciada. Sino si el modelo de negocio que el espacio digital está implementando –una enorme dimensión para alcanzar la masa crítica y unos precios bajos que deja a las empresas sin márgenes de beneficios– va a provocar un cierre masivo de empresas en el sector de los servicios turísticos, pero también en otros sectores económicos, en cuyo caso estaríamos ante una crisis de los modelos productivos de la vieja economía y el cuestionamiento de los modelos de negocios de la economía digital.

Sea como fuere, inquieta este nuevo riesgo, hasta ahora no percibido, como origen de una nueva crisis financiera y económica que muchos vaticinaban pero que pensábamos sería causada por el exceso de la deuda pública, la política monetaria extrema o el no saneamiento por completo del sistema financiero en algunos países.

Hay un nuevo riesgo que no es sensible a ninguna de las políticas económicas anticíclicas tradicionales

Esperemos que el caso de Thomas Cook sea un acontecimiento aislado que no origine nuevas quiebras en cadena ni efectos colaterales imprevisibles.

Hasta ahora pensaba que la gestión de la desaceleración económica podríamos acometerla con algo de política fiscal expansiva, manteniendo el crédito con la expansión monetaria y algo de sensatez en la guerra comercial. Ahora creo que hay un nuevo riesgo que no es sensible a ninguna de las políticas económicas anticíclicas tradicionales y que puede ser letal en crecimiento y en el empleo. Y se ha iniciado en el sector turístico, un sector de naturaleza global y clave para la economía española.

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