Crónica Personal

Vox, en plena euforia

Estrategia. El partido ultraconservador celebra la ruptura total con el PP tras el discurso de Pablo Casado en la moción de censura porque piensa que la rentabilizará electoralmente

Santiago Abascal.

Santiago Abascal. / Emilio Naranjo / Efe

Viven en plena euforia. Los analistas, casi de forma unánime, han celebrado el tono y la forma de Pablo Casado en el discurso que pronunció la semana pasada en el Congreso durante la moción de censura de Santiago Abascal. No sólo rompió puentes con Vox, sino que utilizó argumentos personales para descalificar a su líder no sólo en el plano político sino en el personal, lo que hace pensar que el distanciamiento del PP es irreversible. Es ruptura. Pero mientras los analistas elogian que el líder del PP se alejara de la extrema derecha, en Vox ven con euforia esa ruptura.

Cuenta Iván Espinosa de los Monteros que "se han disparado las afiliaciones. En Murcia, la cola delante de la sede daba la vuelta a la manzana, aunque muy espaciada porque se cumplió la regla de la separación de dos metros. Fuimos la primera fuerza en las últimas elecciones, y vamos a seguir siéndolo".

Vox tuvo un empujón de afiliados con los atentados de Barcelona y Cambrils. Fue el único partido que arremetió contra los musulmanes que inundan España sin estar registrados legalmente y que considera que son elemento importante en el incremento de la inseguridad. Donde unos ven xenofobia y racismo, Vox ve hipocresía para no reconocer que la inmigración ilegal es un foco de incremento de delincuencia y de yihadismo. La segunda oleada de afiliaciones no tuvo que ver con la política estrictamente, sino con la visualización, en sus dos convocatorias de Vistalegre, de que ahí había partido. Partido con seguimiento masivo, con dirigentes que enarbolaban sin complejo los símbolos de España, y que defendían que el país estaba falta de patriotas como ellos. La tercera oleada, aseguran en su dirección, la viven ahora, con el discurso de Casado. Entre la primera y la segunda, el "golpe de Estado" de Cataluña –así llaman al movimiento independentista–, la falta de apoyo del Gobierno a la Corona, y los silencios de Casado cuando el Ejecutivo asumía los planteamientos de Podemos en lugar de defender los que formaban parte del ADN socialista –se expresan en esos términos– favorecen que Vox sume simpatizantes.

Relaciones con Le Pen

"Estamos muy preocupados por España", comenta Espinosa de los Monteros, portavoz parlamentario Vox y una de sus voces más conocidas y cualificadas. Esa preocupación explica el incremento de Vox, que sigue siendo un partido sólido según todos los sondeos. Espinosa de los Monteros presume de contar con el mejor grupo parlamentario del Congreso, y se le debe reconocer que efectivamente es el partido que más voces potentes ha aportado en esta nueva legislatura. Macarena Olona es una figura, como Rocío de Meer, y se ha visibilizado Ignacio Garriga tras la moción de censura; cumplió el reto de hacerse un nombre, porque será el candidato a la Generalitat de Cataluña. El partido se ha abierto además hacia otros sectores, el más importante de ellos, un sindicato: Solidaridad.

Explica Espinosa de los Monteros que es independiente de Vox, con su propia organización y líderes provisionales aunque la mayoría son cercanos a Vox. Celebrarán sus propias elecciones y seguirán su línea sindical de forma independiente del partido... pero será el sindicato de Vox. La Escuela de Formación ISSEP, que tiene como principal referente a la política francesa Marion Marechal, sobrina de Marina Le Pen, no forma parte de Vox, aunque sí existe relación con el partido y de hecho Marechal y personal del ISSEP colaboraron en el pasado reciente en cuestiones relacionadas con la comunicación: cuáles son los resortes más efectivos para que un partido con escasa trayectoria haga llegar su mensaje al mayor número posible de personas. En el futuro organizarán actos conjuntos con la escuela que dirige la nieta de Jean-Marie Le Pen, pero Vox niega que la relación vaya más allá o que se puede considerar como parte de Vox.

Sin embargo, Vox tiene grandes esperanzas en el refuerzo que significará para el partido la creación de Disenso, una fundación que se ha presentado públicamente al final del verano con la estructura de otras organizaciones vinculadas a partidos que tienen como principal actividad la elaboración de análisis propios de los think tank. Sus trabajos se desarrollarán al margen de la actividad del partido, pero la vinculación es tan evidente que el presidente es Santiago Abascal, aunque se trata sobre todo de un título honorífico, ya que su director, Martín Frías, es quien llevará la fundación, en la que contará con al menos dos columnistas de renombre, Hermann Tertsch, eurodiputado de Vox, y el escritor Fernando Sánchez Dragó. Con un patronato formado por miembros o simpatizantes del partido.

La ya comentada euforia de Vox la expresó Espinosa de los Monteros en en la sesión de control al Gobierno: "Vox es hoy la única oposición". La ruptura total con el PP ha provocado que miembros de su dirección reiteren esa situación de oposición remachando que en ese espacio están "solos". Han revertido la interpretación que han hecho la mayoría de los analistas al discurso de Casado: donde otros ven inteligencia del popular para situarse inequívocamente en el centro y alejarse del populismo de extrema derecha, los de Vox ven una oportunidad para convertirse en el único partido que representa una oposición total, que no negociará bajo ningún concepto con un Gobierno al que coloca toda clase de epítetos, ninguno favorable: incapaz, mentiroso, antiespañol... términos que utilizan con frecuencia dirigentes del PP y también multitud de comentaristas.

Gobierno autonómicos y municipales

La ruptura con el PP, que afecta también al campo de los sentimientos –Abascal cuenta con muy buenos amigos en el PP, donde militó durante 15 años, como bien le recordó Casado–, la consideran hoy imposible de recomponer, precisamente por su vertiente personal. Y porque una vez asumida esa ruptura, la dirección de Vox, con Abascal a la cabeza, ha encontrado la manera de aprovechar la posición en lugar de dolerse por su situación: "Somos los únicos que nos enfrentamos al Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias".

Cuando se les pregunta si la ruptura con el PP supone que se replantearán los acuerdos para permitirles gobernar en varias comunidades autonómicas y ayuntamientos, la respuesta de Espinosa de los Monteros es firme: "No. Ya lo dijo Santiago en el debate. Somos un partido responsable, por eso no atacamos al PP en el debate de la moción de censura, aunque teníamos mucho material para poder hacerlo. No les retiraremos el apoyo. Nos preocupa España, y no dejaremos que esos gobiernos que hoy están en manos de PP y Ciudadanos gracias a nosotros, pasen a manos de PSOE y Podemos".

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