La ventana
Luis Carlos Peris
Nostalgia de un tranvía muy familiar
Empacho de procesiones que causan mucho efecto boomerang y que tiene por delante una agenda bien nutrida, o excesivamente nutrida. Ya con lo del sábado se podía poner coto al asunto y así dejar de darle motivo para la queja a esa ciudadanía que no es partidaria de la cosa. Cada cosa a su tiempo y los nabos en adviento, conque vamos a meterle mano a la agenda para que el empacho procesional se palie. Demasiada calle cortada, demasiado tráfico desviado para no coincidir con el cortejo de turno es darle pie para la crítica de los que no están por la labor. Ya, ya se sabe que los enfadaditos de guardia bramarán por otra actividad que no les guste, pero los excesos siempre son perjudiciales para la convivencia más o menos normal. La paz social nunca estará asegurada, pero cierto es que son tantos los cortejos...
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