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La Bolsa española celebró ayer el anuncio de nombramiento de Christine Lagarde al frente del BCE con una subida del 1,22% porque los inversores están convencidos de que seguirá la política expansiva de Mario Draghi, lo que provocó que subiera incluso la cotización de los bancos, cuya rentabilidad casa mal con los tipos bajos.

El Íbex 35 avanzó 112,90 puntos, ese 1,22%, hasta los 9.394,40 puntos, la mayor subida desde mitad de mayo, al tiempo que el bono español a 10 años sigue acumulando mínimos históricos: ayer se pagaba al 0,211%, con la prima de riesgo en 60 puntos, la cota más baja desde 2010.

Los analistas entienden que Lagarde va a seguir la estela del actual presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, de apoyo al crecimiento de la eurozona y eso actúa en beneficio de las empresas, especialmente las energéticas y constructoras por su elevado volumen de deuda, y resta atractivo a los bancos.

En el Íbex sólo cinco valores terminaron en rojo, encabezados por Repsol (-1,18%), seguido de ArcelorMittal -(0,87%), Acerinox (-0,54%), CIE y Ence.

Las ganancias más destacadas fueran para Masmóvil, que ha subido un 4,38%; seguido de Bankia (3,26%), Caixabank e IAG (2,57% cada una).

Las principales plazas europeas también cerraron en positivo, con ascensos del 0,68% en el caso del Ftse 100 de Londres, del 0,69% en el del Dax de Fráncfort y del 0,71% para el Cac 40 de París.

El petróleo de calidad Brent, de referencia para el Viejo Continente, cotizaba a 62,98 dólares por barril, mientras que el West Texas Intermediate (WTI), se situaba en los 56,35 dólares.

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