LLEGAMOS a la jornada de reflexión con una certeza y cuatro dudas. Las encuestas dicen que el PSOE será el más votado, pero quedará lejos de la mayoría absoluta. Necesitará acuerdos para gobernar en solitario, como pretende Susana Díaz. Pero hay por despejar otras incógnitas. La primera es quién será el segundo. Estratégicamente al PSOE le conviene que el PP siga liderando la oposición. Los socios naturales de Díaz en la nueva legislatura serían Cs a su derecha y Adelante Andalucía a su izquierda. Si son tercero y cuarto, no importa en qué orden, los socialistas tendrían margen para conseguir pactos puntuales con sus vecinos. Si alguno de los dos queda segundo, será primer partido de la oposición y acordar con ellos sería mucho más difícil.

Otra duda sustancial es si PP, Cs y Vox sumarán más escaños que el PSOE. Ninguno de los tres votará la investidura de Díaz. Cs lo ha prometido y traicionar ese compromiso antes de las elecciones de mayo podría costarle muy caro. Si las derechas juntas suman menos que el PSOE, Adelante Andalucía puede facilitar la tercera investidura de Díaz sólo con su abstención. Pero si suman más, la presidenta necesitará el voto favorable de la confluencia de izquierdas. El tercer interrogante es el resultado de Vox, formación a la que puso el foco le jefa del PSOE en el segundo debate de televisión. En los días siguientes, Susana se rasgó las vestiduras y demonizó a la formación ultraconservadora, que puede obtener representación en varias provincias, o en ninguna.

Y la cuarta duda es si Adelante Andalucía se consolidará como nueva fuerza política, tras una integración de Podemos e IU en Andalucía. Su fórmula no es la fusión fría de Unidos Podemos. A Pablo Iglesias no le ha gustado el proceso y mucho menos las aspiraciones de autonomía política de AA, que pretende hasta tener grupo parlamentario propio en el Congreso. Mañana saldremos de dudas…

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