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Análisis

Jesús Alba

El gusanillo de un verano distinto

Aunque sea 'nueva', qué mejor señal de que vuelve la normalidad que el balón empiece a rodar

Luuk de Jong, delantero del Sevilla FC, ultima su preparación.

Luuk de Jong, delantero del Sevilla FC, ultima su preparación. / J.L. Contreras

Chirría en nuestro cerebro habituado estos días a emociones que no habían experimentado antes que Sánchez anuncie en la misma comparecencia de prensa la ansiada vuelta del fútbol y diez días de luto nacional.

Que el balón vuelva a rodar -y con ello la pasión aunque sea sin público- no va hacer que borremos de nuestra mente todo lo pasado y lo que nos queda, los temores que nos asaltan todavía y que sumerjamos en el mar del olvido como si nada hubiera pasado la memoria de las víctimas. Pero no podemos negar que nos vuelve a hacer cosquillas en el estómago ese gusanillo que nos suele atacar cada año allá por el mes de agosto. Estampitas apiñadas en montones en mano de los chiquillos, rumores de fichajes, trajín de presentaciones, amistosos a punta pala por televisión que nos tragamos aunque sean a veces insufribles... Nada de eso está presente en esta vigilia competitiva, pero nuestro sistema límbico anda ya revuelto con sólo pensar que muy pronto los entrenamientos podrán ser grupales, todo un paso de gigante que se considera la antesala de lo que será el regreso de lo que un día de marzo se fue a la mierda -como la vida tal y como la conocíamos- por la presencia del maligno hecho materia en microscópica presencia vírica.

El fútbol vuelve y es una gran noticia de la que se alegran hasta los que detestan y no entienden esta locura. Que el balón vuelva a rodar será la primera y, qué mejor señal, de que todo va camino de volver a la normalidad, aunque sea una nueva normalidad que a la fuerza tenemos que connaturalizar, no nos queda más remedio.

Que vuelva el público a los estadios será otro paso que llegará, pero el fútbol ya está ahí y ya tiene fecha. Antes incluso que los abrazos, que los baños en las playas o los brindis entre amigos en las terrazas.

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