La ventana
Luis Carlos Peris
Nostalgia de un tranvía muy familiar
Buena idea la de darse un paseo por lugares poco concurridos. Tremendo baño de afecto el recibido por el Betis antier en Tomares y que resultó similar al de otros años en Coria o Villaverde. Desde hace un lustro, ese Betis que dirige Ángel Haro con el acompañamiento de José Miguel López Catalán y que tiene a Joaquín como acompañante de Gordillo a la hora de ir haciendo proselitismo por donde quiera que van se pasea por la provincia.
No cabe la menor duda de que este Betis que tanto disfrutan los béticos tiene una virtud que se une a la de la buena organización. Esa virtud es la de darle rienda suelta a la imaginación y en este apartado hay que convenir que acercar el club a los pueblos es una medida fantástica. Siempre es bueno el acercamiento de los ídolos a los aficionados, pero es que también resulta muy provechoso a la hora del proselitismo, de ir creando nuevos partidarios.
Antier en Tomares aclamaron a los futbolistas en general y a Manuel Pellegrini en particular, que el chileno se ha erigido en icono venerado por las bases. Y junto al ingeniero, Gordillo y Joaquín, que si el primero ha sido la mayor fábrica conocida de hacer béticos, el segundo goza de un tirón de gente que se multiplica según avanzan los días. O sea que el trío que forman entrenador y esos dos símbolos facilita sobremanera la conexión de los ídolos con el buen pueblo bético.
Un servidor de Dios y de usted se considera buen conocedor del asunto desde tiempo ya casi inmemorial y no tengo la menor duda de que este Betis que preside Ángel Haro es el más organizado de cuantos tuve el gusto de conocer. Si Benito Villamarín y Pepe Núñez hubiesen contado con el calor público actual quién sabe hasta dónde habrían llevado al Real Betis Balompié, pero es una duda imposible de resolver, conque ciñámonos al presente y veamos las cosas como son.
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