La ventana
Luis Carlos Peris
El nepotismo se convierte en universal
Estaba el Rey con ese empaque que trae de fábrica presidiendo la entrega de los premios a las Bellas Artes sin saber que el ministro del ramo, ese sectario catalán que está resucitando los más ancestrales modos de censura había hecho de su capa un sayo. Se entregaban dichos premios en la cuna del toreo y resulta que el ministro impresentable había ordenado borrar de la lista de invitados a personajes de arraigo indudable en dicha cuna del toreo. Ya lo han dicho antes que yo y es que cuando ese impresentable que tiene a la incultura en sus entrañas se haya muerto se seguirá venerando a Curro Romero y prevalecerán en la memoria lo que Espartaco y El Juli eran capaces de hacer ante un toro bravo. Pasará el tiempo inexorablemente y nadie se acordará de que un día un separatista catalán ejercía la censura en España.
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