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La música de un domingo mil veces repetido

Entre Nadal y los “adentro”, no cambia la banda sonora del deporte español

Una machada, con exhibición de raza –otra más– de Rafa Nadal, los “adentro” del balonmano sonando con el dudoso gusto de una balada de Sinatra versionada por Estopa, el deporte de moda también haciendo de las suyas... En el televisor de un domingo de orgullo y deporte español sonaban los mismos registros que hace diez o quince años. Eso sí, a 8K y a máxima definición. Nadal aburre, qué quieren que les diga. Desafiando la tiranía de Netflix, sofá y mantita, que ya es decir, el manacorí hizo lo que siempre ha hecho. No entiende de otra cosa.

El soniquete del balonmano –que desde la marcha del mítico Luis Miguel López ha dejado su inigualable estilo en una copia barata y carente de imaginación– nos llevaba a otra lección épica que quizá merezca un estilo nuevo. Los “adentro” y “a la madera” del gran Luismi iban relacionados a los Talant, Lorenzo Rico o Masip. Afortunadamente, en otras disciplinas se han sabido respetar los estilos. No hay un nuevo Andrés Montes en el baloncesto ni se repiten en el fútbol los lacónicos “insisto” de José Ángel de la Casa. Tampoco nadie pronuncia las eses como efes desde el adiós de Marías Prats el viejo, ni los marcados “ahiií” de los originales resúmenes de Quique Guasch en Estudio Estadio.

Árbitros y comités, con VAR o sin VAR, siguen arrimando el ascua a la sardina de los de siempre, los dirigentes de los clubes de fútbol siguen haciendo el ridículo y los chupópteros y abrazafarolas continúan campando a sus anchas en la Federación Española, antes rapiñeando facturas en los restaurantes y ahora riéndole las gracias a jeques y multimillonarios árabes.

Este domingo sin fútbol me sonó igual que muchos de los vividos en la gloria del deporte español, en el que la raza persiste y desafía el paso de los años y sólo cambian los nombres. Menos en el tenis, donde Nadal no entiende de cambios generacionales, como aquellos inigualables “adentro” de Luismi en Televisión Española.ä

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