12:00 Un brindis con retraso por Michael Robinson, el inglés que triunfó en los medios con su acento british, aunque fuera pretendido y ligeramente impostado con el paso de los años dado el éxito del spanglish. Lo que el ojo no ve fue una de las secciones que comentaba con Nacho Lewin en El día después y más adelante escribió un libro con ese título. Lo que nadie ha visto, jijijiji, ha sido una cajita que me ha llegado recientemente. Este blog está reventando las audiencias internáuticas y los señores de la marca Majao leyeron mi indignación la semana pasada por quedarme sin premio en el reparto de gazpachos y salmojeros que hicieron sin mí los queridos bedeles y limpiadoras. Pues cajita entera para el niño: tres botes de cada uno. A ver si Renault se entera de que el Megane está hecho una carraca y se tira el rollo...

17:00. He pasado antes por alto que por la mañana estaba abierta la óptica que tenemos a la vera. Menos mal, porque de vista ando como de espíritu navideño: cero patatero. Tengo que asomarme para que haga la revisión de los 200.000 kilómetros porque no veo tres en un burro. De cerca con gafas no enfoco y de lejos no distingo al menudo Juan Pinto del altito Samuel Silva. Ya está aquí la presbicia. Insistió tanto una oftalmóloga para ponerme las lentes progresivas hace unos años que me cogí un globo tremendo porque me estaba diciendo a la cara: "Viejales, contra eso no puedes luchar". Entre que voy a que me midan la graduación y elijo un par que sean de mi gusto, pasan varias primaveras. Al tiempo.

20:00. El eje Campana-Plaza Nueva es la carrera oficial de la Policía Nacional y Local. Qué cantidad de coches suben y bajan a diario las calles Tetuán y Velázquez. Cuando los agentes recuperen las horas extra se va a quedar Sevilla la mar de golosa para los cacos (impresionante palabra muy de Zipi y Zape). La entrevista a la sexóloga Valérie Tasso ha tenido recorrido; tanto, digamos, que ha llegado hasta la calle Carlos Cañal, a dos minutos y medio a pata desde la redacción. Allí reside el ilustre periodista Alejandro Rodríguez, mano derecha de la extraordinaria web Tengolf (la izquierda es David Durán, que para eso es zurdo). Parezco Sánchez Araújo repartiendo piropos. Alejandro R., como llegó a firmar en el Marca, ha tenido sus dimes y diretes tuiteros (más diretes que dimes) con la bella Tasso. Espero que ella venga pronto a Sevilla y se pongan cara porque Twitter sí que es un lo que el ojo no ve en toda regla. To be continued...