La ventana
Luis Carlos Peris
Anticipo de la Navidad
Fin de semana para los anales y no fue el primero, ya que el anterior fue de órdago a la grande a causa de la feria taurina. Estamos acostumbrándonos a la explosión de vida y no sé cómo reaccionaremos cuando se produzca el reglamentario apagón. De momento vamos de disfrute en disfrute sin espacio alguno para el aburrimiento, pero este pasado fin de semana, finde le llaman los modernos, ha sido apoteósico. Todo arrancó con la Noche en Blanco que dejó muestras como una cola sorprendente en los habitualmente desiertos Baños de la Reina Mora o el reguero de personas esperando entrar en el Museo dando la vuelta a la manzana. Y en el colmo de la apoteosis, la excursión de la Esperanza morena a la pobreza en una encomiable misión evangelizadora. Tremenda la cantidad de fieles que la acompañaron en un camino de ocho horas preñadas de autenticidad. Sí señor, pasará a la historia este primer fin de semana de octubre.
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