10:42. Vuelvo a Alsina porque hace un programón con las voces más representantivas de la radio en los últimos 40 años en España. Iñaki Gabilondo, Luis del Olmo, Julio César Iglesias, José María García, Carlos Herrera, Pepa Fernández, Julia Otero, Gemma Nierga, Luis y Nieves Herrero (no son hermanos, como no lo era Antonio), Javier Sardá, Carlos Pumares, Javier Ares... Una nómina de relumbrón que me retrotrae a mi adolescendencia y juventud escuchando a Tip elevando a los altares a algún propio o propia, normalmente de "vida acomodada", en el Debate sobre el estado de la nación, los programas deportivos nocturnos, las tardes del recientemente fallecido Miguel Ángel García Juez en Antena 3 Radio, que creo recordar que tenía un concurso con la melodía de fondo del Walk on the wild side de Lou Reed que para mí entonces era la música del anuncio de Colgate, las noches con las majaretadas de Goma Espuma (hicieron una especie de carrusel deportivo recreado en un supermercado que fue impresionante)... Una idea para quitarse el sombrero y para demostrar en esta dolorosa época de coronavirus que hasta los más grandes de la radio española por una vez son capaces de ir a una. La hoguera de las vanidades de Tom Wolfe se ha quedado en fogata. Al pobre de mi abuelo materno, enfermo con cáncer y habiendo perdido la vista, le hacía la travesura de cambiarle el dial del transistor antes de que lo cogiera. No escuchaba a sus clásicos tertulianos y se pillaba un cabreo sideral. Es verdad que la radio tiene magia, una buena emisión de un partido de fútbol, de una etapa del Tour, de un suceso escabroso o qué decir de un acontecimiento como el 23-F ponen en tensión al oyente, que crea sólo con la voz la imagen viva de lo que ocurre si la retransmisión merece la pena.

12:28. Volviendo a la cruda realidad, el mano a mano habitual con la limpiadora, a quien tengo que poner en un altar porque le pedí el favorcito de que le diera un flete a mi ventilador. Debía llevar cinco o seis años sin ver una gota de lejía, le dio con el paño húmedo y veo la vida con otros ojos. El aire limpio me ha rejuvenecido. Se asoma Juanmi y hacemos rabona de curro un rato hablando de lo divino y de lo humano, más bien de los deshumano. Ahí lo dejo con el disco duro.

22:18. Me he disfrazado de Gila por la tarde: llamada, llamada, llamada. No estamos en guerra, aunque se empeñe Pedro Sánchez, pero yo ya creía que cada charla era con el enemigo. Al que inventó el teletrabajo me gustaría encontrármelo un diíta. Entre el virusito, las patochadas de Trump y demás hierbas leo un teletipo que me deja pillado un par de minutos: "Un estudio señala que el 72% de los jóvenes catalanes han mejorado la relación con sus padres". Me rasco la barbilla y me digo: "Pues a ver cuando la mejoran con el resto de españoles". To be continued...