Es curioso, muy curioso. Paradójico incluso. La profunda crisis pasada, esa sobre la que un sevillano bar exhortaba a no mencionar -"prohibido hablar de la cosa"- ha colaborado y mucho en el auge de la tapa. Top Tapa. Nunca la tapa ocupó un más alto e importante lugar en la escala gastronómica. Todos se apuntan o lo pretenden, el tanto de ser sus valedores, defensores e inventores, pero verdad no hay más que una y la fuente que no cesa, su origen cierto, es también uno y único: Andalucía.
Pero hasta hace bien poco, esta idiosincrásica forma nuestra de entender el comer y el vivir que es el tapeo, era despreciada de Despeñaperros hacia arriba, pues de ahí para abajo, sólo comistrajos y zarandajas nuestros compatriotas veían. Ahora, hasta San Sebastián tiene una extraordinaria, eso sí, ruta de tapeo, que allí son pintxos. Ahora, todo son loas y cánticos de sirena que atraen irresistiblemente a los gurús culinarios, a los que van de avanzadilla de la cocina española, a los que por fin apoyan y se llenan la boca de gastronomía como hecho cultural, económico y turístico, a los que aseguran hoy categóricamente que la tapa es el valor culinario máximo que exportar y dar a comer y conocer, con el que salir al extranjero y con el que atraerlo a nuestras fauces turísticas ¡Aleluya!
Tanto es así, que su número aumenta exponencialmente y en breve los repartidores de cerveza no darán abasto y sí chocazos por nuestras calles. Pero no nos quejemos, ¡ya está bien de quejíos!, sigamos a lo nuestro, al pan, pan y al vino, vino, que bien cierto es que los bares andaluces que en las guías y listados y ranquines se van arrecogiendo y se recomiendan año tras año, nos demuestran la mejoría en calidad y variedad y la excelente salud de la que goza el tapeo, del que tan intensa y alegremente gozan los andaluces y los que aquí viven, conviven o nos visitan. Benditas sean las causas, cuales fueren porque "la cosa" está que arde, que nos empujan a atender y cuidar orgullosa y cariñosamente este genio local, esta costumbre que es vida y es lumbre, fruto, triunfo y regalo de Andalucía urbi et orbe.
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