El parqué
Sesión mixta
La ventana
Halloween en estado puro, sin calabazas ni muertos vivientes, el terror de verdad, así es la importada celebración en el corazón de Valencia y zonas limítrofes. Siempre creímos que estas catástrofes eran exclusiva propiedad de otros territorios y en este octubre con cara de manso, las furias naturales nos han metido en una película de terror que afortunadamente la vivimos a distancia. De terror auténtico sin pizca de atrezzo alguno, con muertos de verdad y destrucción dolorosa de vidas y haciendas. Y ha coincidido su aparición con los umbrales de esa fiesta tan a contraestilo y que hemos convertido en rito anual. Si los telediarios de por sí mismos suelen ser mensajeros del miedo, este bisiesto que se iba sin dejar sus verdaderas intenciones ha tenido a mal regalarnos un Halloween auténtico, un espanto.
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